La palabra “rendirse” es interpretada ordinariamente como renunciar, como declarar que no puedes más, que abandonas algo, que perdiste o que eres débil. Aunque esa es una forma de usar la palabra, a nivel psicológico va más allá.
Rendirte significa soltar la resistencia (y lo que resistes, persiste) que te impide abrirte totalmente para ser quien verdaderamente eres. Es quitarte de tu propio camino. Rendirse también significa aliviar la tensión de las cualidades “aparentemente” negativas que ves en ti y darte cuenta de la capacidad emocional, rica e increíble que tienes. Significa abrirte sin límites emocionales ni físicos, extenderte más allá de la idea que tienes del YO.
Hay que diluir esas barreras, ese cinturón de castidad emocional que no deja que nadie entre y te experimente como la fuerza natural que eres. ¿Cómo podrían otros fascinarse con tu persona, con tu intensidad y profundidad o amarte auténticamente si te contienes por miedo a ser herido o juzgado? ¿Cómo te reconocerías como una persona fuerte si no te arriesgas?
Vamos a cambiar este paradigma y hagamos el trabajo consciente de rendirnos ante el proceso. Acá te dejo algunos artículos que pueden ayudarte:
Lección de un curso en Milagros: ¿Que significa quitarnos de nuestro propio camino?
Ejercicio de percepción / apreciación
Libérate y florece. «Una de las tantas trampas del ego»
Deseos del Ego vs. Deseos del Alma