Aries es el signo de inicios, de arranque, de impulso e identidad. Aries es semilla y tiene una energía increíble, es el signo del guerrero, el que pelea por lo que quiere, el que caza, el que tiene la presa en la mira y cuando tiene una meta nadie puede pararlo.
Silenciosa pero determinada, Venus -planeta del amor, valores y posesiones- ya está lista para entrar en ese signo e iniciar una nueva vuelta zodiacal. Allí en Aries ya están el Sol -energía vital, masculina- y Urano (liberación), que están planeando una reunión volátil para romper con el pasado.
Venus en su estadía por Aries tendrá un baile con cada uno de los ya presentes y con varios planetas que están en otros signos; cada una de las alianzas o tensiones lleva el mismo trasfondo: “Lo que deseaba no era lo que necesitaba. Ahora sé exactamente lo que quiero”.
Venus en Aries no titubea, no esconde su voz, no tiene miedo de pedir lo que quiere: y lo que quiere es ser consentida, mimada, atendida, the wow-me effect. I AM (worth everything).
Venus en Aries tiene un DESEO y sabe cómo usarlo. Desde allí expresa sus afectos de manera directa, es emocionalmente asertiva y le gusta salir a cazar a su presa. También le gusta competir, incluso físicamente. Esta es la razón por la cual la verás leyendo una revista Entrepeneurs en vez de Glamour.
Venus en Aries se entrega energéticamente, pero como en ese signo responde a Marte, ella no conoce bien su energía receptiva sino que trabaja con la activa, lo cual le trae muchos problemas en el amor, pues no ejerce su papel y no deja que su hombre pueda ejercer el suyo tampoco. Además, Venus en Aries tiene problemas para abrirse, para dejarse enamorar, para ablandarse o ceder. Siempre tiene que ganar.
Ella sabe canalizar a su pelirroja interna y buscará sentirse sexy de una manera práctica y cómoda. Y así la verás: en pantalones más que en faldas, muy bien entallada, siempre con prisa. No le gusta verse débil, por eso siempre está como a la defensiva. Golpea y ataja como nadie y no la verás caer, al menos no lo haría delante de nadie.
Venus en Aries es provocadora y apta: de aquello que le gusta, aprende en un instante. Está además, siempre lista para la batalla: she’s a warrior, not a worrier y es todo terreno.
Si tienes a Venus en Aries, estas son tus características como mujer. Si no tienes a Venus en Aries, debes saber que todas nos sentiremos un poco así por las próximas tres semanas en los temas venusinos: amor, dinero, creatividad. Jugaremos the hunger games y estaremos cazando a la presa.
TODAS debemos tener cuidado en competir con nuestra pareja, o de actuar como si en el amor y en la guerra todo se valiera.
Pero esto es un buen cambio de mood después de Venus estar en Piscis, donde el amor va más allá, sin ego y la entrega es incondicional aunque no todo el mundo lo merece; servimos y sufrimos por el otro, nos entregamos, vemos que no todo el mundo se siente atraído por lo mellow de esa configuración. Nuestros deseos quedaron desatendidos y estábamos sumisos. Ahora estaremos presentes y atentas al hecho de que podemos ser deseada por muchos, que podemos llamar la atención. Otra buena noticia es que recuperamos esa voz interna que nos recuerda que somos el sexo fuerte y podemos tener todo lo que creemos merecer.
Notas
“Venus rige la atracción que se origina desde adentro, es una fuerza innegable que desde adentro trabaja su manera hasta afuera. Atracción no es deseo, pero nos calienta igual. Es ese je ne sais quoi que describe este movimiento increíble.
Atracción es la fuerza que nos impulsa inevitablemente a querer conectar sin importar las consecuencias. Con Venus en Aries estamos siendo tentados a conectar para experimentar y develar algo que estaba dormido en nosotros”
Len Wallick
Este es el momento de atrevernos, de ser auténticas para atraer lo que es similar. Vestirnos de colores vivos, no temer ser quiénes somos y pedir exactamente lo que queremos y no “lo que deberíamos querer”.
•Venus en Aries son excelente noticias en el amor y dinero para Aries o Libra de Sol o ascendente.
•Es súper sexy para Leo y Sagitario.
