El servicio es una expresión del amor. Cuando ampliamos nuestro sentido de pertenencia desde nuestra familia, a nuestra comunidad, ciudad, país, el planeta entero se vuelve nuestro hogar y se despiertan en nuestro interior las ganas de crear consciencia. Al estar transitando un camino espiritual inevitablemente desarrollamos mayor sensibilidad, empatía y compasión por lo que ocurre en nuestro alrededor. La compasión no es lástima, es esa capacidad de ponernos en el lugar del otro, sentir y compartir el dolor y sufrimiento.
A través de la toma de responsabilidad y hacernos cargo de eso que nos molesta podemos ser instrumento de luz y cambio. Muchas veces queremos ayudar y no sabemos por dónde comenzar, basta sólo con tener la mejor disposición para darte cuenta que vas conseguir muchas personas que al igual que tú quieren generar un cambio, y el cambio no es más que eso; cada quien, desde su lugar, tomando acción.
Lo principal (y una de las partes más difíciles) es identificar una causa que realmente te apasione, y enfocar tu energía en ella: cuidado del medio ambiente, derechos humanos, igualdad de género, educación, pobreza, protección infantil, salud, libertad de expresión, preservación animal, para mencionar algunos. Seguro hay una que mueve tu corazón y una vez que sientas esa inclinación puedes pensar cómo ayudar. Si en tu comunidad existen organizaciones con una labor en la que quieras contribuir, súmate y da tu aporte. A continuación menciono una serie de ideas:
Voluntariado: a través del voluntariado vivirás de cerca los problemas que enfrenta tu comunidad, lo que puede llevarte a comprometerte cada vez más, buscar ideas y soluciones. Además serás una herramienta indispensable para llevar a cabo las actividades planteadas por la organización, haz un espacio de tu tiempo y haz tuya la causa, en el camino conocerás a gente maravillosa que comparte las mismas preocupaciones que tú. Existen algunas organizaciones que ofrecen voluntariados virtuales.
Comparte desde tu talento: desde tu rol como profesional puedes hacer un gran aporte; si eres doctor, artista, administrador, etc. pon tu talento al servicio de esa causa que te apasiona. Por ejemplo: si eres arquitecto y un lugar de ancianos tiene un problema de infraestructura puedes ofrecer tu servicio para mejorar las condiciones, y encontrar soluciones para un mejor funcionamiento de las instalaciones. O si eres experto en finanzas, puedes hacer un plan de financiamiento para los objetivos y dar un modelo de financiamiento efectivo a una ONG o alguna empresa pequeña que tenga que ver con la causa que quieres apoyar. Muchas veces estas organizaciones nacen con las ganas de querer ayudar y no cuentan con los recursos humanos necesarios para su debido funcionamiento, sobre todo en épocas de crisis como la que estamos viviendo.
Donación: otro de los principales problemas que enfrentan las organizaciones es la falta de fondos, puedes dar tu aporte económico o contribuir a la organización de actividades para la recaudación de fondos. La mayoría de las organizaciones cuentan con plataformas digitales para contribuir, lo que lo hace sumamente práctico y se adecua a este momento.
Organiza actividades en línea para la comunidad: pueden ser talleres de arte o danza, clases de yoga… De esta manera niños, jóvenes y adultos se unen a través de la cultura y el arte generando un impacto positivo en todos los que participan, y estimulándolos a realizar actividades para su desarrollo desde casa. Así como existen distintas apps, portales y cuentas de redes sociales para fines comerciales, puedes utilizar estas plataformas para crear consciencia de los problemas que suceden, o crear comunidades virtuales para conseguir soluciones.
Todos tenemos cualidades que podemos compartir con los demás, en lugar de pensar qué esperar del mundo, pensemos en aquello que podemos aportar, en formas de solucionar los problemas de raíz, en pro de un mejor futuro. Cuando ayudamos se eleva nuestra vibración y atraemos abundancia a nuestra vida, en el camino se contagia otros, somos parte de un todo.
Colaboradora: Sabrina Martinez