Septiembre tiene la sensación de «enero chiquito» porque su energía nos brinda la oportunidad de retomar o comenzar nuevos hábitos, pero ¿sabemos cómo lograrlo? Probablemente no. Para ello les vuelvo a compartir este artículo de archivo de nuestra colaboradora Nathalie Magno Gaitan, nutricionista y health coach.
Planificación y Organización
El comer saludable es un objetivo muy común para muchos al comienzo del año pero, ¿como lo logramos sin tener que pasar horas cada día en la cocina? Planificando.
Los hábitos son la base invisible de la vida saludable, por eso planificar es tan importante. Toma unos minutos al final de tu semana para organizar tus comidas y escribir lo que tienes que comprar en el mercado. Haz “meal prep”, cocina opciones saludables en cantidades grandes que puedas congelar o que puedan estar en tu nevera durante la semana sin dañarse. De esta manera cuando llegues a tu casa después de un día largo, no tienes que pensar qué preparar ni tener alguna tentación porque tu comida ya estará a tu alcance.
Ten algo saludable y rápido
Si no tienes tiempo para “meal prep”, no te preocupes. Ten opciones saludables y rápidas de preparar a tu alcance. Puede sonar tonto, pero este tip puede ser “lifesaver”. Nosotros sabemos que debemos comer, pero muchas veces llegamos a casa con hambre y mucho cansancio y por eso recurrimos a pedir comida que no es saludable y además incurre un gasto innecesario. Algunas opciones son vegetales para ensaladas, frutas y leche vegetal para batidos, proteína en polvo, pan de granos germinados, huevos, yogurt de tu preferencia, o cualquier opción que encaje con tu rutina alimenticia.
Objetivos alcanzables y específicos
Es natural en muchos plantearse metas que suenan increíble en papel, pero no son muy reales. Esto es especialmente común cuando nos proponemos el objetivo de hacer más ejercicio. Muchos empezamos diciendo que vamos a hacer ejercicio seis veces por semana, cuando antes hacíamos ejercicio cero veces por semana. Esto no sería un objetivo alcanzable y nos llevaría a estar frustrados, fracasar y tirar la toalla.
Tenemos que tomarlo paso a paso y escuchar nuestro cuerpo. Si nunca hacías ejercicio quizá sea buena idea empezar por proponerte ir dos días a la semana y ver cómo te vas sintiendo. Para ser exitoso alcanzando tus metas, también es importante ser específicos y comprometernos. No podemos decir “voy a ir más al gimnasio”, sino decir “voy a ir dos veces a la semana antes del trabajo”.
Más colores
Comer más vegetales es otra promesa que muchos se proponen para el año nuevo, pero luego se dan cuenta de que ya han pasado dos semanas y todos los vegetales que compraron ya están a punto de dañarse en la nevera.
Esta es otra resolución que hay que practicar paso a paso. Yo te recomiendo proponerte a incluir al menos un vegetal en cada una de tus comidas, incluyendo desayunos y meriendas. Así incrementarás los vegetales que consumes sin darte cuenta. Por ejemplo, si desayunas huevos revueltos puedes agregarles brócoli, y si meriendas un batido proteico puedes agregarle calabacín congelado.
Cuidado propio
Ninguna de tus metas podrán ser alcanzadas sin tener amor y cuidado propio. El cuidado propio es una herramienta que te permite permanecer enfocado y motivado. Aparta un momento en cada semana para ti, bien sea leer un libro, prepararte un baño détox, ir a esa clase de yoga que nunca alcanzas ir, correr por la playa, cualquier práctica que te ayude a permanecer centrado y relajado.
Colaboradora: Nathalie Magno Gaitan, nutricionista y health coach.