En el estudio del comportamiento humano esta comprobado que actuamos en base a dos motivaciones: sentir placer y evitar dolor. Todos los seres humanos sin importar su nivel de consciencia obramos en base a esto, pero cuando empezamos a trabajar consciencia la cosa cambia un poco, porque entendemos que bienestar es elegir estar bien y lo que antes daba placer ahora se toma en cuenta con su consecuencia y pude ser desechado.
Por ejemplo: Antes, en la búsqueda de placer te comías 3 helados. Ahora que ves la situación completa sabes que no te hace bien y pasa de ser un agente de placer a una situación para evitar dolor (culpa o malestar) Ese es un ejemplo simple para los contrastes y ajustes que vamos enfrentando entre mas trabajamos consciencia.
Ir de \”debo o no estar con el/ella\” hasta \” ¿será este el trabajo para mi? y más allá \”¿será este mi propósito?\” van jugándose dentro de nosotros y llevándonos a la reflexión y exploración. Ese es el trabajo de toda una vida y es hermoso siempre y cuando tengamos algo claro: que aprendamos a distinguir el ego de la guía interior.
Si somos capaces de pausarnos y preguntarnos si lo que estamos a punto de hacer viene del miedo o del amor, si sentimos nuestro cuerpo para ver si estamos reaccionando o respondiendo y si usamos nuestra sabiduría para evaluar si \”ese paso\” nos beneficia y también a los demás.. estamos hechos.
Cuando obramos de manera proactiva (no endosar responsabilidad no pensar que otros deben hacer las cosas por mi) estoy obrando por la certeza, por conectar con ella, tomando decisiones que la mantienen en el tiempo.
Esto genera mas luz y resta dudas, porque no se trata de ganar o perder, se trata de conocernos y hacer lo que nos hace bien a pesar de que traiga un momento de trabajo duro o prueba. Certeza no es saber que va a pasar, sino saber que lo que esta pasando es justo lo que necesitas par crecer pero para CREER en ti y confiar en esto, te tienes que conocer.