¿Se han visto llenándose de tareas, compromisos o responsabilidades que saben que son accesorias para no comprometerse con lo que de verdad hace falta cambiar? ¿Se han visto diciendo: «no tengo tiempo para esa meditación, tiempo para mí, clase de yoga etc» porque tiempo a solas las llevaría a reconocer emocione y sentirlas? ¿Se han visto en búsqueda de excitación para lo lidiar con una emoción intensa en el presente? O mejor dicho: ¿han buscado sacar a un Juan con la caza de otro?
Chicas… La tecnología avanza a pasos agigantados. Queremos todo para ayer. No nos parece bien que no nos hayan respondido un email de hace 10 minutos… «¿qué se cree esa persona para no responderme?
Lo sé.
El detalle está en que nuestros procesos emocionales no han avanzado con la tecnología. Ahora tenemos tecnología de consciencia que son muchas herramientas -como las que trato de facilitarte- que nos llevan a entender muchas cosas, pero el trabajo en sí de observar tus procesos, validar tus emociones y aguantar la incomodidad que no puedes darle al botón de fast forward para superar, sigue siendo lento.
Somos una generación de metas que no respeta el proceso, y la realidad es que si no nos tenemos paciencia en el nuestro, nos saboteamos y no llegaremos a la meta. ¿Tu que crees?