Muchos estaran cambiando de trabajo o de direccion profesional este año. Para muchos, esta será la primera vez que sacarán a la luz proyectos o servicios propios para crear una nueva (y satisfactoria) fuente de ingresos, y es justo allí cuando surge la pregunta que todo freelancer, trabajador independiente y emprendedor conoce muy bien: ¿cuánto debo cobrar por mi trabajo?
Hay muchas maneras de responder esta pregunta, pero acá he querido reunir una lista de tips que podrán ayudarte a tener un panorama más claro sin importar el rubro en el que te desarrolles:
- Investiga: ¿cuánto se cobra generalmente por este servicio en donde vives y donde vive el cliente? Puedes constatar con colegas, pero también puedes encontrar en línea comunidades profesionales, sitios especializados para freelancers, información de sindicatos, entre otros, que te ayudarán a entender cuál es el costo base de esta tarea.
- Lo que ofreces: el segundo paso es estar muy consciente de tus habilidades, la experiencia profesional que puedes proveer al cliente, conocimientos extra que aplicas al proyecto. Y, claro está, el valor que agregas al proyecto.
- Lo que el cliente quiere: evalúa bien las necesidades del cliente, las horas de trabajo que deberás invertir en el proyecto y también la preparación que este requerirá. Así como no todos los clientes son iguales, no todos los proyectos y costos los son.
- Lo que necesitas: horas de investigación, recursos extra, subcontratar a otro profesional, todo eso debes tomarlo en cuenta.
- Costos operacionales: acá entran todos los costos que sumas para “hacer negocios”, desde subarrendar un espacio de co-working, tu conexión a Internet, el costo de promoción de tus servicios, etc.
- Costos de vida: cuando trabajas por tu cuenta hay muchas otras responsabilidades que recaen sobre ti: desde el servicio médico hasta el pago de impuestos, todo esto debe estar considerado en tu salario.
- Las ganancias: además de los puntos anteriores, debes tomar en cuenta en el costo un margen de ganancia que puede estar entre el 10% y el 30%.
¿Por qué hacer este gran cálculo? Es un principio de sustentabilidad, estar consciente de tus gastos, ingresos y necesidades te permitirá calcular un sueldo meta mensual y anual que te permita cubrir tanto los costos operacionales del proyecto, como tener un margen de ganancia para su expansión.
El último paso es planificar cuántos y cuáles serán tus días y horas laborales al año. Si divides tu sueldo meta entre el número de horas que trabajarás obtendrás un promedio de lo que vale tu trabajo por hora, que podrás adaptar a cada proyecto en puerta.
Hay muchas formas de abordar este primer paso de independencia, lo importante es estar bien informada y, en especial, reconocer el trabajo y el valor que entregas. Tú lo vales, tu trabajo lo vale, y un buen cliente lo reconocerá.