La carta natal se divide en doce casas astrales, que son doce segmentos siguiendo el sentido contrario del reloj. Cada una representa un área de nuestra vida.
Así luce el dibujo de toda Carta Astral. Verás, tienes todos los signos en la rueda y los planetas se distribuyen dependiendo de tu fecha de nacimiento. Aun cuando una casa o signo no tenga planeta, rige un área energética de tu vida.
Es importante que entiendas la energía que contiene cada una de las casas astrales, porque allí es donde trabajan los planetas. Por ejemplo: con un Sol en la Casa 6 la persona tiende a ser workaholic. Su Sol (energía vital) está todo el tiempo en la oficina. Siente que para «brillar»(cualidad solar) tiene que trabajar a diario.
El signo que toca en cada casa de tu Carta Natal depende del Ascendente, que cae siempre en la Casa 1 y así se disponen las demás.
Aunque tengas el Ascendente en Virgo, la Casa 1 siempre tiene energía de Aries: de inicios, de “yo primero”, de “yo quiero”. En caso de que así fuese -Ascendente Virgo- el YO se colorea de este signo: yo quiero servir (principal cualidad de Virgo). Y así, quien tenga el Sol en la Casa 10 es un Capricornio encapotado, porque su Sol allí trabaja driven por el éxito y la vida pública y el estatus.
Existe una correlación entre las casas astrales y el signo correspondiente.
Así pues, la Casa 3 posee cualidades parecidas al tercer Signo, Géminis. Mientras los signos nos revelan cómo se manifiestan las energías representadas por los planetas, las casas describen las áreas de la vida donde se van a notar esas energías.
Las posiciones de las casas astrales nos dicen dónde se experimentarán las diversas experiencias, son la escena terrenal de los acontecimientos.
La Casa 1 o Ascendente
El Ascendente es el signo que en el momento de nuestro nacimiento aparece en el Este del horizonte. La posición del Ascendente siempre marca la Casa 1 y así de ella depende cómo se disponen todos los demás campos energéticos, por eso es tan importante. Nos puede ayudar a comprender el significado del Ascendente si consideramos que el Sol también aparece cada mañana en el Este del horizonte. Así pues, el Ascendente se puede relacionar con el despertar de nuestra conciencia, del mismo modo que el Sol nos despierta por la mañana, disipando la oscuridad de la noche con sus rayos de luz.
Según el signo donde tenemos el Ascendente, tendemos a utilizar ciertas características para moldear nuestra personalidad. Puede ser, en primer lugar, una imagen que proyectamos al exterior o un escudo, pero también una especie de puerta que se abre hacia el ser verdadero de la persona y permite que fluya a través de este canal una gran parte de nuestro yo.
La Casa 1 es símbolo de la expresión espontánea del yo, de la comprensión propia de nuestro ser y de nuestra apariencia. Está relacionada con el signo Aries y el planeta Marte, no importa que signo la ocupe. Es como tu casa, estés o no, tiene tu energía acumulada. Cualquier planeta cerca del Ascendente o emplazado en la Casa 1 cobra un significado especial en el análisis de la carta natal, pues es la Casa más personal, es el YO.
La Casa 2
La Casa 2 representa los recursos (tanto educativos como económicos) y sentido de valor que necesitamos para sentirnos estables, es decir, lo que nos da seguridad. Simboliza los valores que anhelamos, nuestro sentido de adquirir cosas, nuestra tendencia a acumular, las finanzas y otras fuentes de ingresos.
También está relacionada con nuestras ataduras emocionales a las cosas que nos rodean.
La Casa 2 rige el autoestima, ya que entre más te valoras a ti mism@, mejor es tu vibración para atraer buen empleo, buen income, buenas parejas… Todo en un principio se desprende del concepto que tenemos de nuestra riqueza interior para que se traduzca en nuestra riqueza material.
Tiene una afinidad natural con el signo Tauro y el planeta Venus.
La Casa 3
La Casa 3 es la zona de la comunicación, viajes cortos, hermanos, vecinos… el ambiente inmediato que nos influye.
Aquí vemos el puente que somos capaces de hacer para trasladar nuestro mundo interior al exterior. En esta zona de tu carta es donde se forman las opiniones.
La Casa 3 representa el desarrollo de nuestra relación comunicativa con el entorno y nuestra forma de ver y comprender las circunstancias externas. Es el dominio del pensamiento lógico, de la facultad del habla y de la adquisición de datos e informaciones.
La astrología clásica relaciona la Casa 3 con las conversaciones y charlas, nuestros deseos y esfuerzos a corto plazo. Esta casa tiene una afinidad natural con el signo Géminis y el planeta Mercurio.
La casa 4 o IC
El Immum Coeli (IC) está justo al otro lado del Medium Coeli (MC o Medio Cielo), y se halla en el punto más bajo de tu carta.
Esta casa representa el agua profunda donde están moviéndose nuestros sentimientos, nuestra privacidad. Por ser una zona íntima, privada y baja, rige el hogar (no invitas a cualquiera a tu casa) tus costumbres, tu madre, tu alimentación emocional, tu comfort zone, donde te retiras, la familia, la melancolía, las raíces y el pasado. Abarca todo lo que no es visible a primera vista.
La Casa 4 tiene que ver con el mundo del subconsciente, la base emocional, la tradición hereditaria, la base y en concreto, la madre como símbolo de protección y nutrición.
Esta casa tiene una afinidad natural con el signo Cáncer y la Luna. Según el signo y los cuerpos que tengas en esta casa, es como te proteges del mundo exterior.
La Casa 5
La Casa 5 es la casa del Sol y simboliza nuestra aspiración a la expresión de nuestra personalidad y de nuestras cualidades. En esta zona de nuestra carta se manifiesta nuestro placer de experimentar y nuestra fuerza creativa.
Es la zona en donde queremos brillar, sea cual sea el signo que toque esta casa, solo será el filtro de cómo queremos llamar la atención.
También muestra la relación que tenemos con l@s niñ@s, así como el/la niñ@ que se esconde en nuestro interior.
La Casa 5 nos proporciona conocimiento acerca de la sexualidad, del placer de vivir y de la constitución física en general. Esta casa tiene una afinidad natural con el signo Leo y siendo este el signo del corazón, es donde vemos el inicio de los romances, nuestra creatividad en proyectos y todo lo que enciende tu llama interna.
La Casa 6
La Casa 6 maneja nuestro templo móvil para alcanzar nuestra misión de vida: el cuerpo. Por tanto, rige todos sus cuidados diarios: nutrición, ejercicios, trabajo de oficina.
La transición de la Casa 5 a esta es que, en la anterior descubrimos en qué somos buen@s para darnos felicidad y compartirla con l@s demás. En la Casa 5 descubres tu buena labor, con lo que brillas, mientras que en la Casa 6 aprendes a cuidarte para poder ejercerla y toca aprender a organizarte para poder hacerlo efectivamente, por eso es también la casa del servicio.
La Casa 6 es la casa de los detalles. Corresponde a nuestra facultad y forma de utilizar nuestras cualidades según las necesidades que se presentan en la vida. Aquí vemos nuestra actitud hacia el trabajo y el modo en que organizamos nuestra existencia.
La astrología clásica relaciona la Casa 6 con temas como el cumplimiento del deber, la inteligencia práctica, la salud y la alimentación. Tiene una afinidad natural con el signo Virgo y el planeta Mercurio.
La Casa 7
La Casa 7 es la opuesta al Ascendente, se llama también Descendente y representa el “NO-YO”. Es todo lo que pensamos que no somos o tenemos, pero que en verdad solo proyectamos o atraemos hasta que lo integramos.
Esta casa representa la pareja pero no como en la Casa 5, acá tod@ otr@ (espos@, soci@, colaborador/a) está unido a nosotr@s por un contrato escrito. La Casa 7 casa rige los asuntos legales y compromisos. Si la Casa 1 es el YO, lo que solo necesito de mí, lo que solo depende de mí, la Casa 7 depende de la otra persona.
Contrario al Ascendente, la Casa 7 describe nuestra facultad de recibir y absorber aquello que se nos va acercando. Simboliza nuestro encuentro con otras personas, la forma de establecer contactos y aquell@s que cobran significado en el transcurso de nuestra vida. Esta casa revela el tipo de persona que se siente atraída hacia nosotr@s e indica las expectativas que aportamos a nuestras relaciones.
Con este telón de fondo, la Casa 7 representa empresas comunes, contactos humanos, relaciones íntimas y socios en general. Tiene una afinidad natural con el signo Libra y el planeta Venus.
La Casa 8
Contraria a la Casa 2 que habla del valor propio, la Casa 8 abarca el valor adquirido el que viene con el compromiso de la Casa 7, cuentas conjuntas.
Así como la Casa 2 habla de lo que valoro en posesiones, la Casa 8 habla de lo que tiene valor intangible, que no se puede medir y cómo lo compartimos, o no.
Acá sabemos que hay una inversión y que se maneja poder, pero no podemos decir con exactitud cuánto es en definitiva: créditos, donaciones, lotería. Rige también los recursos que tenemos para obtener lo que queremos de l@s demás, y no se cuantifica en números: poder, sexo, celos, manipulación. Debes utilizar bien lo que está contenido en esta casa, para el bien común, pues si lo haces de forma egoísta (asunto que se ve en esta zona) puedes perderlo todo. Las personas con esta casa llena tienden a ser altamente sexuales y magnéticas.
La entrega religiosa también se ve en la Casa 8, porque representa rendirse ante todo lo que la materia ofrece, y sin embargo es una riqueza increíble, por ejemplo: la fe es otra virtud que nos llena y no se puede medir. Esta casa corresponde a la intensificación del encuentro con la otra persona.
La transformación y la muerte física o psicológica también se manifiestan en esta casa. Es afín al signo Escorpio y a los planetas Marte y Plutón.
La Casa 9
La Casa 9 rige los viajes, el extranjero, otras culturas, las universidades y la religión como espiritualidad organizada y nos habla de cómo relacionamos el conocimiento adquirido con las experiencias personales para lograr una visión integral del mundo y una orientación en la vida.
Si la Casa 3 habla de las opiniones y el aprendizaje más inmediato, la Casa 9 rige el conocimiento elevado, lo cual incluye viajes internos o externos. Bien sabemos que el camino es hacia adentro, pero se recorre hacia afuera.
En la Casa 9 no reunimos datos por el simple hecho de acumularlos, sino para analizar y comprender procesos sociales, encontrar una respuesta a la pregunta por el propósito de la existencia y ampliar nuestra conciencia ética y moral.
Otros temas de la Casa 9 son la filosofía, la religión y el derecho. Tiene afinidad con el signo Sagitario y el planeta Júpiter.
La Casa 10
La Casa 10 se trata también de temas sociales (igual que en la Casa 9), pero el énfasis está en lo práctico y real. Esta casa rige la reputación, la ambición de hacer carrera, la responsabilidad hacia la sociedad y las metas políticas.
La Casa 10 contiene el MC, Medio Cielo o Medium Coeli: es la parte más alta de la carta, así que muestra nuestra faceta pública (en oposición al IC que es la más oculta) nuestros logros profesionales, nuestras metas, nuestro estatus, nuestra reputación.
Tiene afinidad con el signo Capricornio y al planeta Saturno.
La Casa 11
Opuesta a la Casa 5 que toca lo que nos hace vibrar inmediatamente, la Casa 11 rige lo que nos hace vibrar pero de forma colectiva, a largo plazo, y no me beneficia principalmente a mí.
La Casa 5 refleja nuestro deseo de alcanzar una determinada identidad o posición por medio de la identificación con un grupo. Entramos en contacto con otras personas para intercambiar ideas y formular objetivos comunes, muchas veces destinad@s a mejorar la situación social actual.
Buscamos las cosas que compartimos con otras personas para entendernos y sentirnos como parte de la humanidad y poder mostrar solidaridad. Por lo tanto, la Casa 11 representa nuestro círculo de amigos, las metas a largo plazo, los deseos, l@s ex, experiencias colectivas, ideas humanitarias y visiones futuras destinadas al progreso de la sociedad en la que vivimos.
Tiene afinidad con el signo Acuario y los planetas Urano y Saturno.
La Casa 12
La Casa 12 el clóset: acá guardamos todo con lo que no queremos lidiar al momento.
Esta casa representa lo reprimido e inconsciente, es la más compleja, porque corresponde a esferas de la vida que se consideran tabúes y no suelen ser temas utilizados en nuestras conversaciones.
La Casa 12 es la última parte del sistema de casas astrales y simboliza el fin de un ciclo evolutivo, en ella se guarda el Karma y las vidas pasadas. Es el bagaje que cargamos a cuestas. Aquí se disuelve el ego y el sentido de la individualidad a favor de un sentimiento de comunión y comunidad. Al mismo tiempo, nos retiramos del mundo exterior para prepararnos para la muerte y pasar a la vida siguiente.
La Casa 12 representa también el aislamiento, sea voluntaria o no, para facilitar la meditación en la esencia de la existencia. Otros temas que rige esta casa son: la soledad, el sacrificio, la empatía y la inspiración mística.
Tiene afinidad con el signo Piscis y los planetas Neptuno y Júpiter.