El amor no es un sentimiento, es una acción. Nosotros no somos sujetos, somos constante actividad y cuando estamos impulsadas por el amor propio que se reconoce adentro, nos convertimos en verbo. Poderosas, con propósito.
Venus entra en Cancer, el primer signo de agua (emocional), femenino (receptivo) y cardinal (que toma acción). Cuando Venus entra en un «territorio» de agua, lo principal para trabajar con ella es crear vasija.
¿Qué es la vasija? Imagina que abres un grifo de agua porque la necesitas. Es un preciado recurso. Pero si no tienes vasija, no podrías contenerla, la perderías. Igual pasa en este caso: el amor nace adentro, pero si no somos vasija, se drena, se dispersa, nos vamos perdiendo. Por eso, lo más importante que hará Venus en Cancer es llamar nuestra atención a reconocernos, nutrirnos y aprender a contener. ¿Qué? Lo que somos. Amor y energía en movimiento con la capacidad de estar conscientes, presentes y administrar bien cómo nos damos (Cancer administra recursos) y que al reconocernos vasija, se nos hace natural aprender a recibir.
Venus es el planeta de las relaciones y en toda relación hay un intercambio. Si has estado dando demás es porque no te has preocupado en aprender a recibir. Si estas demandando demasiado, no te sientes internamente abundante como para empezar a dar. Si estas en relaciones desbalanceadas, hay que cambiar la dieta emocional. Y para eso vamos a aprovechar este período que va del 7 de agosto al 6 de septiembre.
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