“Técnicas para conquistar hombres, trucos de seducción femenina, secretos para el éxito de una pareja gay, cómo no dejarse manipular por hombres latinos, cómo encontrar él/la mujer/hombre de tu vida”… en fin, existen miles de libros, artículos y guías en impreso e Internet con títulos similares que tratan de darnos tutoriales de qué hacer si queremos encontrar ese amor para toda la vida.
“El amor de la vida”, con esta idea nos educaron a todos desde pequeños y creo que ese es el inicio de nuestros desamores. No entiendo porqué no nos enseñaron que uno no debe pensar en los amores de la vida sino en los amores del rato; esos que despiertan nuestra mejor versión y que nos hacen vibrar en la frecuencia más alta posible. Esos amores que nos hacen bien sobre todas las cosas.
El problema para mí radica en que desde que tenemos uso de razón nos ponen a ver esas películas de Disney en las que, generalmente, el príncipe apuesto se queda con la princesa indefensa y viven felices para siempre. De acuerdo con mi análisis, producto de varias tusas (despechos) y desamores, el problema de nuestras desilusiones amorosas radica en el “por siempre”. Desde que iniciamos una relación no estamos preparados para entender que hay amores que duran un ratico y son tan valiosos como los que duran mucho tiempo.
Una de las frases más poderosas -a propósito de este tema- la vi en la película “Amantes de 5-7” (está en Netflix) y dice: “La vida es una colección de momentos y la idea es coleccionar la mayor cantidad que puedas”. Esta frase nos recuerda que aunque muchos de esos momentos o relaciones no serán para toda la vida, no significa que no sean valiosos. Gracias a las diferentes relaciones, y a la maravillosa técnica del ensayo y error, es que uno se va acercando a los buenos ratos, como los denomino yo.
Ahora bien, otro de los prejuicios que existen en nuestra sociedad es ese cuento de que los hombres son los fuertes de la relación y las mujeres las débiles. Quiero decirles que esta premisa es tan retrógrada como la de “el amor de la vida”. Las relaciones van más allá de los géneros, estereotipos y arquetipos impuestos por nuestra sociedad. Hace pocos días recibí la noticia de que una amiga de mi hermana le propuso matrimonio a su novio, y ¿saben qué? Él aceptó. Esos sí, el cotilleo y las habladurías por los siete mil grupos de WhatsApp no se hicieron esperar, pero es aquí donde se deben romper las etiquetas y entender que esto no lo hace a él menos hombre y a ella una machorra. Esto simplemente es una muestra de que ese amor, al parecer va para un buen rato.
Otros de los temas que también está “mandado a recoger” como decimos en Colombia, es el de que las relaciones entre heterosexuales, gays y todas las formas de amor posibles son distintas. Yo no sé de dónde sacaron esa barbaridad, pensar así NO ES DE DIOS como diría mi tía monja. Para mí todas las relaciones funcionan de la misma manera y heterosexuales, gays, transgéneros tienen la increíble capacidad de enamorarse y sufrir de desamor. ¿Quién dijo que las mujeres sufren más que los hombres? ¿Quién dijo que las relaciones entre homosexuales son más cortas que las de las parejas heterosexuales? y ¿quién dijo que una mujer trans no va poder encontrar el amor? Aquí lo que tenemos que tener claro es que los amores son del rato sin importar la etiqueta con la que te quieran marcar, porque el amor es un sentimiento, es energía universal que va más allá del género. Sin embargo, hay ratos que son para toda la vida y ahí sí se cumple la profecía de Disney.
Es por eso que, sin importar si es hombre con hombre, mujer con mujer y del mismo modo en el sentido contrario, como sabiamente lo dijo una concursante a un reinado local en Colombia, mi recomendación es que se gocen ese amor del rato y no pierdan neuronas pensando o proyectándose en vivir un amor para toda la vida, dedíquense a vivir y disfrutar ese amor que tienen ahí, porque el presente es lo único que existe. Disfruten ese amor del rato que se puede convertir en toda una vida, pero sin pensar en cómo se van a ver de viejos, sino más bien piensen en lo bien que la van a pasar en la cena de esta noche.
Colaborador: Camilo Angulo. Presentador, creador de contenido digital y manager de influencers