El 23 de octubre el Sol entró en Escorpio, signo de la intensidad emocional, profundidad interior, sombra y los procesos psicológicos, pero también de la sexualidad, los deseos más profundos e incluso lo tabúes.
Los nativos de este signo pueden pecar de misteriosos, pero hay mucho que podemos aprender de ellos, por eso les traigo de vuelta esta entrevista a un hombre Escorpio para entender lo que los mueve, y lo que pasa cuando conectamos con la pasión.
¿Es mejor un sexo rápido, pero repetido muy seguido?
Para un hombre Escorpio lo mejor es el sexo, no suele ser racional con respecto al tiempo y a la cantidad. Está siempre dispuesto, ya que los encuentros espontáneos (aunque en su cabeza la película está súper empezada) resultan muy sugerentes.
Lo único que queda es adaptarse al contexto. Si la situación pide velocidad, porque es inminente la aparición de observadores, entonces será rápido, de lo contrario, si es posible abstraerse de la ilusión espacio tiempo el coito comienza desde el minuto cero a través de la mirada, pasando por una contundente tanda de juegos sexuales, para culminar en una especie de levitación conjunto.
Cabe destacar que si ella no surfeó la ola del multiorgasmo difícilmente estos seres de mirada negra hayan considerado finalizado el acto sexual. Esto significa que si el hombre Escorpio no logró hacer que su amante viera las estrellas, todo lo demás no importa.
Por estos motivos prefiero no encerrarme en un ideal o en una preferencia, todas las circunstancias son ideales al momento de intercambiar energía sexual creativa. En conclusión abierta, lo más relevante es tener siempre presente que lo que le das a una chica se multiplica, para bien, para mal, y para siempre; todo hombre evolucionado debería llevarla como estandarte.
El hombre Escorpio que pretende ser “castigador” automáticamente cede su poder y se entrega al placer de la vulnerabilidad cuando la boca, los labios y la lengua de ella se ponen en contacto con su sexo. El sexo oral los desarticula y, a la vez, los empapa de vigor; el mundo de alrededor pierde sentido porque desaparece.
Ver a una mujer masturbarse es excitante porque en una misma escena coinciden la belleza, el placer, y el microcosmos de los detalles y la sutileza. El hombre Escorpio se carga de energía, porque es consciente que al detectar la belleza se mimetiza con ella.
Por otro lado, saber que en la intimidad ella se masturba, e imaginarla tocándose, es hermoso.
Pero lo más excitante, sin duda, es masturbarla y mirarle la cara mientras disfruta, cuando se va, cuando se contrae y abre los dedos de los pies.
Antes que nada, es bueno ser prudentes y empezar a considerar la idea de que lo único que nos pertenece es la capacidad de despojarnos. Yendo al punto, puede llegar a ser factible la participación de otro hombre que sea poseedor de un nivel de consciencia elevado, que comprenda que más allá de la satisfacción carnal del ego, está en juego un decisivo intercambio energético, creativo y sexual. Que esto no se trata de una competencia de virilidades y lo más importante, le tiene que vibrar la verdad de que una mujer es una vasija contenedora de luz que debe proveer el hombre y no un objeto de deseo. “Yo quiero hacerte ver las estrellas, darte toda la luz que luego irradiarás”.
Voyeurismo si, masoquismo no. La respuesta a esta pregunta pueda salir de la consigna anterior.
Creo que el voyeurismo en el hombre Escorpio, es todo. Tanto, que pienso y no se me ocurre una forma más integra de disfrute y diversión. Los escorpianos son unos talentosos guionistas de la imaginación, grandes creadores de películas para el cine de la cabeza y todas esas escenas son inspiradas por su trabajo como profesionales de la observación y la contemplación.
El juguete sexual favorito para usar con ella que lo elija ella, y ellas, son todas distintas, por ende sus gustos y elecciones. A los escorpios les gustan los aceites, las cremas, resbalar…
A continuación una vasta lista de objetos poderosos y estimulantes para el hombre escorpio:
El único poder que poseemos es el de la elección, el otro poder, es de ellas.
La capacidad que tiene el hombre Escorpio para entrar en calor es evidente, por eso ante una posibilidad de interacción sexual hay que detenerse, correrse de la situación y evaluar si conviene entreverarse en relaciones de las cuales se puede salir vacío.
No creo que sea prudente reprimirse pero si restringirse, podemos escuchar al verborrágico ego o al llamado del futuro, que habla a través de la voz de la intuición.
Un hombre Escorpio con la inteligencia emocional de un niño, lector de revistas del corazón y otras calamidades, haría todo lo posible para concertar una orgía donde participen la mejor amiga de su mujer, la hermana y de ser posible la madre. Luego se sentiría peor que antes de que su ego haya sido destruido, sin saber que ahí está el milagro y saldría por ahí con la frente bien alta a autodestruirse.
Un Escorpio adulto, simplemente no se tomaría una infidelidad como algo personal, festejaría lo sucedido sin ironía, elevándose por encima de la circunstancia y vería a esto como una posibilidad de sugerirle a su amante un trío con otra mujer.
Nota: Mujeres, recuerden siempre que para un hombre Escorpio es más importante sentirse deseado que amado.