Hoy empieza la retrogradación de Mercurio, y en cuanto a “lo malo” que se ha hablado durante años, ya uds están enterados y escandalizados de más, así que en eso no voy a profundizar.
“…Que se dañan los electrónicos…” nos pasa siempre. Tenemos cada vez más, hay más tecnología y glitches a cada rato. “Que hay problemas de comunicación…” Los tendremos hasta que aprendamos a estar en el presente, y a escuchar no para responder sino para crear una conexión.
Mercurio retrógrado es un período en el que viendo al planeta del entendimiento y la comunicación quedándose atrás (lo que hace la ilusión óptica de que va hacia atrás) nos sentimos a destiempo. Mentalmente creamos una pausa que nos lleva a reinterpretar y procesar lo que pasamos rápido en piloto automático.
¿Nunca se han puesto a pensar en el regalo que se dan cuando crean esa pausa? ¿Y en el regalo de la auto observación? ¿Y el regalo de ver una vieja situación con nuevos ojos? Estos regalos vienen del recurso más preciado y más escaso de todos, que es la atención. Con Mercurio retrógrado prestamos atención a otras cosas, a las importantes, y por eso los detalles del día a día tienen tropiezos.
“Que si los primeros días son los peores en cuanto a coordinar tiempos con otros…” Sí. “Que se dañan cosas…” Fíjate la atención que les das cuando las usas. “Que pensamos en el pasado…” Sin duda. “Que la memoria selectiva nos juega y reaparece lo que creímos olvidado…” También. Que podemos aprovechar esto para cerrar casos pendientes, para escucharnos mejor, para bajar las revoluciones mentales y sentir más… YES.
Siempre me ha gustado Mercurio retrógrado, incluso con sus percances. La reflexión es lo que nos permite obtener sabiduría de lo vivido, apreciar lo que fue y mirar mucho mejor lo que ES y está.
Todo depende de cómo quieras tomártelo, pero si estás por acá, vamos a ver lo positivo y a sacarle todo el provecho posible.
¡Feliz día!