Siempre estamos presenciando el nacimiento de una nueva tendencia en #Superfoods, y aunque algunas pueden ser muy descabelladas, otras en cambio alcanzan popularidad porque realmente aportan muchísimos beneficios tanto físicos como mentales, la clave está en revisar toda la información disponible que tengamos a la mano, sin excusas, miren que estamos en la era de la información y finalmente, tomar una decisión informada y consciente sobre si debemos incorporarlo a nuestra rutina y cómo hacerlo.
Tomemos el ejemplo del superfood de esta semana: el Kale, no hace mucho este vegetal, que pertenece a la familia de las coles se utilizaba para alimentar al ganado y de pronto comenzó empezó a recibir el endorsement de celebridades, encabezar los artículos de nutrición y salud en blogs y revistas, de hecho se ha vuelto tan popular que incluso ha inspirado la frase “kale is the new black”.
Los veganos lo adoran porque es una fuente vegetal de hierro y esto les ayuda a evitar la anemia. Además, contiene un aporte increíble de nutrientes entre ellos vitaminas C, A y K. Estudios recientes han confirmado que una taza de Kale puede llegar a contener más calcio que una de leche, también es rico en antioxidantes, minerales y muy bajo en calorías, lo que lo hace perfecto para incluir en cualquier régimen alimenticio.
Exploremos un poco entre las propiedades de esta súper col:
- Es una rica fuente de calcio, ayuda a prevenir la osteoporosis, fracturas y pérdida de densidad ósea.
- Gracias a su vitamina C se activa el sistema inmunológico, el metabolismo y la hidratación.
- Por su alta presencia de vitamina A, es buena para la visión, la piel y la prevención de cáncer en pulmones y boca.
- Contiene vitamina K en grandes cantidades, que se relaciona con propiedades anticancerígenas.
- Es una de las fuentes vegetales más ricas en hierro, lo que la hace básica para vegetarianos y veganos.
- Alcalino, anti-inflamatorio y antioxidante. Además que ayuda a regular el colesterol.
- Bajo en calorías y rico en fibra.
Extra info: Éste primo del coliflor y el repollo se consigue en tres variedades, uno de hoja lisa (que es un poco más amargo que las demás), el verde tradicional y otro de color púrpura, puedes comerlo crudo o cocido, saltearlo o hervirlo sin demasiada agua para que no pierda sus propiedades nutritivas.
