El ascendente: la puerta a la conexión con la luz

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El ascendente es aquel punto en la Carta Astral que aparece al este en el momento del nacimiento. Simboliza la manera de acercarnos a la vida.

Muchas personas creen que la personalidad está conformada por las características de su signo solar, cuando la verdad es que nuestra personalidad es la combinación de todos los planetas que conforman la carta natal, la casa en la que se encuentran y sus alineaciones con otros planetas y puntos astrales.

Primero, entendamos al astro rey: el Sol

El Sol representa el ego, la esencia y nuestro centro vital, al igual que es el centro vital del universo.

En la astrología, el emplazamiento del Sol revela la cualidad básica de nuestra conciencia. Es el factor central de nuestra personalidad, de la misma manera en que el Sol es el centro de nuestra galaxia. Por esa razón, nos identificamos tanto con el signo solar. Si nuestro Sol está en Piscis, nos consideramos Piscis. Si está en Aries, pensamos que somos Aries. No cabe duda de que el Sol es muy importante para el análisis astrológico, pero no debemos olvidar que es solo un factor entre muchos.

Un Sol bien emplazado y aspectado otorga a su nativo alegría, confianza y buena salud. El Sol determina las características de tu cuerpo, tus pasatiempos, la profesión que eliges, y sus rasgos son de fácil percepción en la primera impresión con una persona.

Físicamente, casi siempre estamos realizando una acción que honra a nuestro Sol. Cuando no honramos las características de nuestro Sol, puede volverse en nuestra contra o deprimirnos fuertemente.

Pregúntale a un sagitariano cómo se sentiría sin libertad, a un geminiano cómo se sentiría sin tecnología, o a un escorpiano sin secretos o sin sexo. ¡No es posible!

¿Y qué es el ascendente?

El ascendente, ese signo que está al este en el horizonte cuando damos nuestro primer respiro, coloreará cómo funciona nuestro ser más íntimo, lo que anhelamos, lo que queremos llegar a ser. El ascendente es aquel punto en la Carta Astral que aparece al este en el momento del nacimiento. Simboliza la manera de acercarnos a la vida.

Así pues, el ascendente se puede relacionar con el despertar de nuestra conciencia, de la misma manera en que el Sol nos despierta por la mañana, disipando la oscuridad de la noche con sus rayos de luz. Según el signo del zodiaco que representa al ascendente, tendemos a utilizar sus características para moldear nuestra personalidad y poner una especie de máscara entre nuestra verdadera naturaleza, simbolizada por el Sol, y el mundo exterior. En muchos casos, l@s demás nos reconocen más por las cualidades del signo del ascendente que por las características del signo solar.

En consecuencia, el ascendente puede ser, en primer lugar, una imagen que proyectamos hacia el exterior o un escudo, pero también una especie de puerta que se abre hacia nuestro ser verdadero y permite que fluya a través de este canal una gran parte de nuestro yo.

El Sol, su posición y sus alineaciones nos hablan de nuestra meta final en la vida, pero el ascendente nos indica el camino: en qué debemos convertirnos para realizarla.

Míralo de esta forma: las características del Sol son de nacimiento, las actuamos con naturalidad. Las características del ascendente se van aprendiendo poco a poco a través de las personas y situaciones que atraemos, y sucede así, como un sube y baja que tiene una piedra de un extremo, trayendo hacia el todo lo que está en la otra esquina.

Atraemos personas y situaciones que nos van forjando el ascendente porque es la vía para elevarnos. Ascendente que eleva, que asciende, que nos conecta con la luz, que nos lleva hacia el camino.

Pregúntenle a alguien con ascendente en Piscis cuántos artistas, adictos y poetas ha atraído a su vida y cuántos están siendo fotógrafos, artistas, escritores o elevados místicos.

Cuando alguien nos conoce realmente bien, puede ver las características de nuestro ascendente más claras que nuestro propio Sol. A veces, nuestro Sol y nuestro ascendente son signos muy diferentes y cuesta unir las energías en una misma personalidad, pero siempre hay una manera.

Para poner un ejemplo: estudio de mi carta natal.

  • Sol en Sagitario: acción física, trabajar y entrenar. Estudié leyes.
  • Ascendente en Piscis: lo místico, lo espiritual. Pues se hizo más fuerte la conexión con la Kabbalah y la astrología que todo lo demás. Son los temas que están constantemente en mi mente.
  • La misión sería dar clases o asesorar (tarea muy sagitariana) en temas de espiritualidad, religión o cualquier cosa relacionada con la imagen completa y el más allá.

¿Lo ves? 

Una vez que entendemos la importancia del ascendente, debes saber qué planeta rige ese signo. En mi caso, es Neptuno. Él rige Piscis, que es mi ascendente. El planeta que rige el ascendente, rige tu carta. Entonces, ¿dónde está Neptuno en mi carta? En la casa 10, que es la casa de la profesión, la imagen pública, la carrera.

Conclusión: la misión de mi vida es sagitariana, pero la vía es pisciana, y la manera de hacerla tangible es convertir eso en mi profesión o carrera.

¿Se entiende?

Otro ejemplo: mi mejor amigo es Géminis.

  • Meta en la vida: comunicar.
  • Ascendente: Leo. Ser el centro de atención.
  • Regente de Leo: Sol. ¿Dónde está? En la casa 10 de la carrera.

Lo más probable es que su misión sea comunicar, dar conferencias donde él presenta y es el centro de atención. Dar charlas y hacer de eso su vida. Otros puntos de su carta que no debo revelar aquí indican qué tipo de charlas serían.

¿Le agarras la onda? Así funciona. Estamos todos actuando el Sol y viviendo el ascendente. Recuerda hacer siempre al menos una tarea al día que honre a tu Sol y abrazar de manera consciente todo lo que te ofrece tu ascendente, así le abres la puerta a la conexión con la luz.

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