Aprende sobre organización efectiva para la ejecución de ideas

En el día a día solemos dejarnos llevar por el ruido que entorpece el proceso de manifestación de las ideas, enfocamos nuestra energía en lo “urgente” y lo “inmediato” y nos olvidamos de nuestro propósito. Nos repetimos constantemente “cuando tenga tiempo voy a hacer ejercicio” o “cuando tenga tiempo voy a empezar mi blog”, pero no nos detenemos a crear un plan de acción que haga posible esa idea.

Entonces, ¿qué puedes hacer para que una idea sea realidad? Enfocarte y asumir la responsabilidad de su manifestación. ¿Recuerdas eso que siempre has querido hacer? Quizá sea tener un trabajo más creativo, tener tu propia empresa, contar tu historia o viajar, ese sueño del que tanto hablas pero que siempre has apartado a un lado, es factible que pienses en él y sigas sintiendo ilusión pero hasta el momento, honestamente, ¿qué has hecho por manifestarlo?

Esto es a lo que nos referimos con idealizar: esperamos el momento perfecto, la situación perfecta, tener x cosa, ser de tal manera, creamos un romance con las ideas que nos convierte en prisioneros de las mismas. Al idealizar no te desilusionas pero tampoco avanzas, es decir, sigues alimentando las ganas de poner en marcha la idea pero al no accionar te frustras porque no manifiestas.

Para manifestar debemos entender primero que tenemos muchísimos pensamientos al día, pero sólo a lo que damos atención tendrá expansión. Tómate un momento para caminar y respirar, podrás aclarar tu mente y delimitar ese objetivo principal que quieres alcanzar. Ahora, elige una idea, trabajar en ella es la única forma de saber si es factible, o si necesitas cambiar el método para ponerla en acción. ¿Cómo puedes ponerla en marcha?

1. Captúrala: lleva un diario de ideas, en el momento que se te ocurra una nueva idea escríbela en un lugar donde tengas seguridad de que la volverás a retomar.
2. Organízate: tómate el tiempo para pensar en tu idea y buscar un método de organización personal que te ayude a planificar las siguientes acciones a tomar.
3. Compártela: con tus amigos, compañeros o personas de tu entorno, escuchar la opinión de los demás y recibir apoyo es beneficioso para el proceso, ya que al hacer pública una idea se crea un fuerte un compromiso interno para ejecutarla.
4. Ejecútala: después de haber definido los pasos a seguir para hacer realidad esa idea, es hora de la acción y mantenerse atento a su progreso.  
5. Lidera: contagia con tu idea a otros, con tu guía anímalos a ser parte y aportar lo mejor de sí al proyecto.  

Si decidiste dirigir toda tu energía a esa idea, o si aún estás en proceso de filtrar las ideas para elegir en qué enfocarte, acá te sugiero algunas técnicas que te ayudarán a organizarte:

• Mapa mental: Es un diagrama usado para representar palabras, ideas y tareas. Con ellos obtenemos una perspectiva general sobre temas muy amplios partiendo de un eje central, también es muy útil al realizar tormentas de ideas.
• Listas: Se basa en enumerar las tareas a realizar para llevar a cabo tu idea, debes organizarla por orden de prioridad, mantener un número razonable de actividades (no más de 10) e indicar el tiempo estimado para cada una.
• Bullet journaling: consiste en utilizar tu agenda para anotar a modo de lista todo lo que tengamos que hacer cada día, el truco es que delante de cada ítem se añade un símbolo para indicar el tipo de tarea, el estatus de ejecución de la misma o incluso con quién compartes la responsabilidad de hacerla, convirtiendo en un rastreador de tareas.
• Post-it: estos pequeños papeles adhesivos nos permiten anotar el objetivo inicial para luego debajo crear un árbol de ideas, en el desarrollo verás cómo se crea un esquema para la ejecución de tu meta.

Ahora estás listo para darle acción a todas las ideas que tenías revoloteando en tu cabeza, como te lo comenté anteriormente en “Coaching: no dejes que tus sueños sean sólo sueños”: cuando cumplimos un sueño nos sentimos liberados y realizados. ¿Listo para hacer realidad los tuyos?