Muchas veces uno no sabe por qué atrae lo que atrae. Esto no se trata de ser un magneto. Esto tiene mucho sentido común que no es lo más común en estos tiempos:
Digamos que yo me veo a mi misma como una persona ordenada, pero me proyecto sin darme cuenta como una persona nerviosa y obsesionada con el orden. Puede que me pregunte por qué no a todo el mundo le guste trabajar conmigo… Digamos que tu te ves como una persona que está muy pendiente de los demás, y te desvives por atenderlos, pero no te das cuenta que te proyectas como una persona que está en constante necesidad de validación de otros.
Verán: esta cómo uno se ve y como de hecho nos mostramos. No todos estamos integrados al punto de pensar, planificar y actuar en armonía. De hecho, la mayoría somos un cúmulo de contrariedades y mientras vibremos ambivalencia o no nos conozcamos, con este tipo de personas nos juntamos.
Todo esto se los cuento porque diciendo “uno atrae lo que ES no lo que será” leí un comentario que siempre hacen…”si yo no soy mentirosa, ¿por que atraje a un mentiroso?” Ambos son iguales en energía. El mentiroso miente, cree el que está vibrando en su misma energía. Es como el drogadicto y el que vende la droga, más que decir “se atraen” se entienden.
Con esto les digo que no sólo debemos hacernos conscientes con lo que proyectamos porque eso llama a otros, sino que también hay que ser muy honestos y objetivos con nosotros mismos. En la foto, la reja sólo se refleja en el agua, en ninguna otra parte del concreto. Más que se atraigan la reja y el agua, es que circunstancialmente se corresponden. ¿Si me entiendes?
Si te preguntas por qué atraes mentirosos, observa en cuales áreas de tu vida no estás siendo honesta contigo misma. Si fueras 100% honesta estarías clara, trabajando en el asunto y ese mentiroso no duraría ni una semana en tu vida. También observa que muestras a los demás, ya que eso es lo que les abre la puerta.