El clima astrológico de la semana nos invita a atender nuestras emociones y enfrentar nuestros miedos tras bastidores, algo muy típico de la energía Escorpio – Plutón. Empezamos a entender que lo que habíamos reprimido y mantenido en lo oculto limita nuestra capacidad para conectar con nuestro poder personal, pero aclaremos, ¿qué significa eliminar para iluminar ?
Esta es una lección para toda la vida: para que se de la iluminación de tu camino debes eliminar todo aquello que la limita u obstaculiza; de esta forma podrás acercarte a lo que te motiva y concentrar toda tu pasión en ello dándole rienda suelta a tu poder personal.
Para identificar lo que queremos eliminar de nuestra vida debemos empezar por hacer de lo insconsciente consciente, y no hay mejor energía para hacerlo que la del signo que rige los procesos psicológicos más profundos. Lo que no atendemos tiene mucho poder sobre nosotros, y eso precisamente es lo que nos estanca, si nos preocupamos por atender los asuntos que tanto nos empeñamos en mantener en la oscuridad podríamos cachar patrones y liberarnos para vivir en armonía con nuestra verdad.
Si hacemos tanto trabajo interno es para revelar lo oculto y ponerlo sobre la mesa para lidiar con ello. Una vez conscientes no podemos elegir ser indiferentes, no podemos vivir la vida en piloto automático siguiendo una lista de cosas por “hacer” o “ser” sin darle atención a lo que nos pasa internamente; aquí y ahora tienes la oportunidad de poner una lupa sobre patrones, ideas y creencias arraigadas, porque al trabajarlas es que podrás aprender de ellas, crecer y avanzar.
Evolucionar es la enseñanza detrás de la idea de “eliminar para iluminar”, pues, al remover lo innecesario, lo necesario habla. Sólo cuando traemos a la luz esos temas reprimidos y situaciones guardadas es que podemos liberarnos de lo que no nos brinda nada de vuelta. La auto-observación, el auto-conocimiento y, claro, el seguimiento de tu proceso con el especialista de tu preferencia, son parte del despertar de consciencia que te llevará a ver con claridad qué puedes soltar para presentarte de lleno por lo que quieres lograr, y un primer paso puede ser escuchar la clase: “Cuándo trabajar y cuándo soltar”.
La madurez, sí, ese divino acto de transformación, es en gran parte un proceso de eliminar lo que ya no nos alimenta (emocional o intelectualmente) para iluminar lo posible. Si en ti hay ganas de sentir y experimentar la paz, de simplificar tu vida para atender lo que realmente te importa, sólo esperas por ti para hacerlo. Recuerda: todo tiene su ciclo, todo tiene su momento y los tránsitos planetarios pueden enseñarnos algo: todo tiene un punto de cambio, pero debes presentarte para aprovecharlo.