Para entender nuestra verdad, que en verdad es indagar en nuestras creencias, solo hace falta observar nuestra realidad.
¿Qué no te gusta en ella? ¿Qué te frustra? Allí en esa área, en ese tema, hay una creencia limitante. Te estás diciendo “no soy suficiente”, “otros tienen privilegio y yo no”, “es que claro, si tuviera más tiempo libre” etc., etc., etc.
Una verdad es solo una creencia que se repite, y al hacerla parte de tu software empieza a crear tu realidad en piloto automático. Pero si empiezas a cuestionar la creencia limitante porque estás viendo una realidad limitada, puedes empezar a quitarte peso y veracidad para plantearte una nueva creencia, o al menos abrirte a aprender algo nuevo para luego hacer algo distinto y crear cosas diferentes.
Entonces, fíjate en “tu verdad”. Obsérvala, cuestiónala y agradece la frustración que te está haciendo abrir los ojos a otra manera de hacer las cosas. Que no se quede tu mundo sin explorar.