«Deja que el amor sea la razón por la que respiras».
Esto va más allá de vivir en una burbuja o de ilusiones. El amor es una ACCIÓN. Piénsalo: que alguien te diga que te ama no le lleva nada a que alguien demuestre que te ama. Es hora de actuar por lo que amamos para que en serio, respiremos amor.
Para esto es importante que una vez que sepas lo que tienes que hacer para tu crecimiento como persona, estés dispuesta a eliminar lo que haga falta y poner el tiempo necesario para lograrlo.
Y obvio, eso es incómodo. Claridad (clear vision): decimos «voy a ver a la tarotista o quiero que alguien me diga el futuro». Yo puedo ayudarte a que veas con claridad ahora, pero tú tienes que hacer el trabajo. Cuando buscas predicción, quieres entregarle tu proceso a otro y después lo culpas porque no sucede. Quieres todo fácil. Eso pasa cuando en tu mente quieres algo, pero en tu corazón solo quieres dar o hacer con límite. Es en estos casos que yo como amiga te digo que te entregues completamente a tu proceso.
Y la realidad es que solo tendremos claridad cuando estamos dispuestas a hacer el trabajo. Sin tu participación no hay manifestación ¿Qué tal lejos irás por tu idea de amor (y amor propio)? El universo nos dará solo aquello por lo que estamos dispuestas a luchar. No nos dará algo para desperdiciar y si lo hacemos, fácil lo perdemos. No podemos hacer trampa con este sistema, no sirve hacernos trampa a nosotras mismas.
Al mismo tiempo, cuando tienes visión clara, no cuesta tanto luchar por la meta. Claro que vendrán pruebas porque necesitas demostrar merecimiento, pero pregúntate: ¿tu mente pone primero el propósito o la comodidad?
El tipo de mentalidad que tenemos nos dirá si lograremos esa claridad o no. Sé honesta contigo misma. Cuando el propósito es más importante que la comodidad, habrá claridad y el amor propio nos hará comprometernos con nosotras mismas para manifestar esa visión.
Hoy pregúntate si estás dispuesta a luchar por tu propósito, aun cuando demuestra que no es algo fácil de hacer.