Hay una gran diferencia entre desear desde la carencia y desear desde la abundancia. Desear así como recibir son atributos femeninos (de energía femenina) que TODOS tenemos, mujeres y hombres. La energía femenina no trabajada desea y quiere recibir para sí. Quiere esos zapatos, ese chico, ese puesto de trabajo etc. La energía femenina trabajada desea para compartir: “quiero esos alimentos para preparar una cena, quiero esa casa para crear un hogar, quiero estar bien para dar sin agenda a los demás”. Todos queremos, eso nunca va a cambiar y ser espiritual no implica la ausencia de deseo, todo lo contrario, es el deseo lo que nos impulsa a buscar más. En la astrología, el DESEO es Venus. En nosotros, es el lado izquierdo. Si empezamos a prestar ATENCIÓN a lo que estamos deseando, dejaremos de manifestar cosas que no nos gustan y que no nos hacen bien. Nos hacemos participes de nuestro proceso y manifestamos de manera consciente. Al saber qué deseamos, sabemos cuándo y cómo llevarnos a la acción que es la energía masculina, el lado derecho. Primero presta atención a aquello a lo que que das tu atención. Observa qué estás manifestando y haz ajustes en tu foco y visión si lo que ves no te gusta. Una vez que hagas ese ejercicio, impúlsate a la acción, ya con la intención de recibir para dar más, para seguir o empezar a desear desde la abundancia, en vez de perpetuar una sensación de falta de satisfacción y carencia.
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Deseos del ego vs. deseos del alma
Ejercicios