¿Has escuchado hablar del brainstorming, tormenta o rebote de ideas? Aunque no lo hayas hecho seguro alguna vez has sido parte de uno, es un ejercicio, usualmente grupal, que nos condiciona a destapar nuestro lado creativo a través de la conversación para encontrar soluciones creativas de todo tipo.
Es un ejercicio básico y casi diario en todos los trabajos creativos, pero la realidad es que puede aplicarse a todo proyecto o rubro, nuevas soluciones e ideas son la base de la innovación.
Si lo has intentado antes con tu equipo de trabajo o quieres ponerlo en práctica, acá he reunido unas claves sencillas para optimizar este proceso:
- Toda idea sirve: no importa cuán alocada sea, encima de una idea podemos construir, así que todo comentario es bienvenido.
- Los “no” quedan afuera: “no sirve, “no es así”, “no me parece”, este tipo comentarios debe quedar fuera de la sala para abrirnos a nuevas posibilidades y romper los límites aparentes del problema que queremos resolver.
- El primer paso: reúne a tu equipo o compañeros en un ambiente cómodo donde todos se sientan invitados a participar.
- Presenta el tema: ¿qué buscas?, ¿una solución?, ¿una nueva idea? Preséntala en detalle ante el equipo y dales todos los detalles que puedan necesitar. Deja claro que el objetivo es obtener tantas soluciones como sean posibles.
- Asume el liderazgo: tantas mentes en trabajo necesitan un poco de orden, juega con el rol de líder y guía al equipo para evitar irse del tema.
- La única regla: este es un espacio donde todo es válido pero necesita reglas básicas de etiqueta: eviten interrumpir las ideas o comentarios del otro.
- Presta atención al equipo: ¿hay alguien muy callado que le cuesta colaborar? Intégralo a la conversación y estimula su participación.
- El pensamiento positivo: así como el “no” queda fuera de la reunión, también los comentarios negativos, cada vez que alguien participe debe ser para aportar a la idea o aportar una nueva idea a la mesa. ¿Que pasaría si respondemos siempre con un “sí”? Déjense llevar.
- Destapa la creatividad: ¿hojas para colorear?, ¿pinturas?, ¿juegos? Lo que sea que ayude a desatar sus niños internos y sacar la mente del pensamiento habitual ayuda, así que prepáralo para esta reunión.
- Toma nota de todo, TODO: no sabes qué comentario puede convertirse en una idea de oro, de ser posible ten una pizarra o pantalla donde puedan ir anotando y dejando lo dicho visible a todos los participantes.
- El paso final: terminada la sesión es momento de evaluar a profundidad las ideas que han sido creadas entre todos, este es el momento de pasarlas por los filtros de lo viable, lo factible y lo práctico.
Estas son sólo unas líneas generales que suelen funcionar dentro de nuestro trabajo en equipo, pero acá te dejo algunas ideas alternativas que pueden ser el inicio de otras formas de brainstorming:
- Si trabajas con un equipo en distintas ciudades y horarios, crear un documento compartido en línea donde todos puedan compartir ideas, enlaces y comentarios es una buena manera de mantener una línea abierta para el rebote de ideas sin importar la distancia.
- Auto-Brainstorming: esta técnica no sólo la puedes hacer de manera grupal, ¿qué pasaría si te das la oportunidad de dejar fluir tus ideas sin juzgarlas? Ponlo en práctica y toma nota de lo que tu lado más creativo tiene para decir.