¿Alguna vez te has preguntado por qué hay planetas que se sienten más cómodos en algunos signos que en otros? Para entender este principio astrológico a profundidad, es momento de estudiar las dignidades planetarias.
Este concepto propone que los planetas y los signos están vinculados por afinidad y esto es lo que explica por qué se manifiestan sus energías con mayor o menor fluidez.
Te lo explico con un ejemplo: el planeta Saturno rige al signo Capricornio; dicho esto, cuando alguien nace con Saturno en Capricornio, es probable que todo lo relacionado con trabajo, perseverancia y compromisos sean temas que el nativo viva e integre con facilidad en su cotidianidad. Por el contrario, Saturno está “en caída” cuando se encuentra lejos de allí en el signo opuesto, que en este caso sería en Cáncer, simbolizando que el nativo puede tener más retos y contrastes en su vida con los temas saturninos como: disciplina, límites y responsabilidades.
¿Lo ves? Ahora, te presento todas las dignidades planetarias:
Por otro lado, ten en cuenta que también existen las octavas mayores, y es algo a prestar atención para comprender con mayor profundidad las dignidades planetarias. ¿Qué significa esto? Te explico: en la astrología tradicional, que se basaba en los siete planetas (Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno), se le introduce posteriormente este concepto de octavas mayores, que representa la vibración más elevada de tres de los planetas tradicionales que no pertenecen al ciclo septenario inicial de los planetas.
Entender las dignidades planetarias y sus octavas mayores te ayuda a fluir mejor con la energía disponible, tanto en tu propia Carta Natal como cuando le sigues la pista a los tránsitos planetarios, pues además de ser un pilar básico de la astrología, es una brújula que te ayuda a comprender con más claridad tu naturaleza: eso que te inspira y anima, así como también lo que te reta y te saca de tu “zona de confort”.
