Aprende a conectar con el placer y la sensualidad. Entrevista con Michaela Boehm

El placer es nuestro derecho de nacimiento, está allí, bajo la superficie, esperando que nosotros lo redescubramos y lo reclamemos. Nuestro organismo está construido para conectar sensualmente y nuestro poder se ubica en la parte baja del cuerpo. Nuestras caderas, estómago, muslos y el piso pélvico tienen la llave de la reconexión.

Cuando nos involucramos en las actividades de un estilo de vida ocupado nos ponemos en modo “hacer las cosas”, lo que yo llamo “modo ir”. El placer y la consciencia sensual ocurren cuando estamos en “modo fluir”.

El fluir sucede cuando nos movemos y conectamos con la parte inferior del cuerpo, también cuando nos relajamos y tomamos el tiempo para sentir. Conectar con nuestro cuerpo y todos nuestros sentidos nos devuelve a nuestra genial capacidad natural de sentir placer. En mi libro ofrezco una variedad de prácticas e instrucciones que le permiten hasta a la mujer más ocupada reclamar su derecho divino.

Cuando conectamos con nuestro cuerpo, nuestro genio natural de expresión se despierta y nos muestra cómo develar la maravilla individual y femenina que somos bajo las obligaciones diarias y el estrés.

Cada mujer tiene una expresión única de su diosa. No hay dos que se parezcan y la mayoría de las expresiones no siguen las descripciones comunes. Cuando despertamos nuestros cuerpos despertamos también la revelación de nuestra diosa. Una forma simple y efectiva de comenzar a hacer esto es bailar una canción cada día. No intentes verte bien o hacer un performance, enfócate en lo bien que se siente moverse.

Cuando hablo de “La mujer salvaje” me refiero al arquetipo de una mujer que está profundamente conectada con la naturaleza; la propia como la de nuestros ciclos, así como la de las corrientes de la vida que nos rodea. Esto incluye lo salvaje como una de tantas facetas en las que se expresa la naturaleza. Nuestro lado salvaje y sensual viene de sentir profundamente y expresarse completamente. Esto incluye sentir las sensaciones y emociones en nuestro cuerpo y expresar el resultado de estar vivo y en relación con otros.

Algunas veces da miedo sentir tan profundamente (incluso puede hacernos sentir inseguros) y seguramente es un espacio de vulnerabilidad el mostrarnos a otros. Un buen punto de partida es conectar con nuestro cuerpo en un lugar privado, donde podemos ser nosotros mismos y habituarnos a mostrar más, de esa manera podemos desarrollar nuestra expresión antes de exponernos ante el mundo.

Si a un hombre le intimida quienes somos podemos considerar distintos puntos de vista: el más obvio, es que no es buena idea estar en una relación con alguien que no disfruta quien eres. Habrá alguien que le gusta la forma en la que te expreses (y que además quiere apreciarte), no hay necesidad de intentar convencer al otro.

También podemos tomar en consideración que quizá no tenemos las herramientas necesarias para expresar nuestro lado salvaje y que, fuera del contexto apropiado, esto puede sentirse como “mucho” con lo que lidiar, para alguien que no espera ver ese lado de nosotros. Es bueno experimentar con solo mostrarle lo suficiente como para que obtenga “una probada” y luego ver su reacción. Si él muestra interés en tu expresión, sigue adelante. Si no lo hace, mejor avanza.

Para mí ese es un término que se ha vuelto frágil por tanta confusión que le rodea. Verse como un “hombre consciente”, por ejemplo: ponerte en el rol, tener la postura, la respiración profunda, la mirada a los ojos directa, no es lo mismo que realmente ser consciente de lo que haces en tu vida.

Describiría a un verdadero hombre consciente como alguien que se ha pausado, que está en un estado relajado de atención, pero también es capaz de mantenerse alerta y disponible ante las demandas de su vida y tiene un sencillo sentido del humor (y no se toma a sí mismo tan en serio). Un hombre consciente tiene un sano sentido de reconocimiento de sí mismo y generalmente no habla de lo “consciente” que es.

Cuando sabemos quienes somos y lo que podemos ofrecer a un hombre excepcional nuestra vibración cambia. La clave es no solo saber lo que queremos en una relación sino, lo que es aún más importante, saber cuál será nuestra contribución. Es extremadamente importante saber cuáles son nuestros dones y cómo podemos compartirlos en pareja. Los hombres excepcionales son usualmente autosuficientes, capaces y seguros. Para ellos es atractiva una mujer segura que está feliz con su cuerpo, que le gusta participar en su vida y además divertirse. Tu confianza y cuán cómoda estás contigo misma eleva tu vibración y eso es muy atractivo.

El primer paso para encontrar y crear una relación que te llene es ser clara con su propósito. Algunas personas quieren una relación que les brinde estabilidad, otros quieren diversión y aventuras, otros crear una familia o comenzar un negocio juntos.

Una vez estés clara en cuál es el gran panorama que deseas, puedes activamente encontrar a alguien que quiere lo mismo que tú. Cuando el propósito de la relación se alinea, puedes enfocarte en los específicos, crear metas y tener una comunicación clara.

Con frecuencia la razón por la cual las personas están juntas no se discute y esto lleva a expectativas poco realistas. Por ejemplo, si quieres niños y estabilidad, pero el hombre con el que sales quiere diversión y aventura, ambos estarán poco satisfechos con las elecciones que el otro toma. Otro error común es fijarse en el “potencial”, muchas mujeres esperan que el hombre “mejore” dentro de la relación (sea porque los guíen a nutrirse o los regañan para que lo hagan). Realmente, si tu pareja no es quien quieres que sea, ambos van sufrir: él siempre se sentirá como que no es completamente aceptado y tú sentirás que no estás obteniendo lo que deseas.

“Rendirse” en una relación sexual sería el momento en el que abandonamos nuestra necesidad de controlar y manejar la situación. En “dejarse ir” hay una sensación deliciosa de relajación, dicha y apertura. Este acto de rendirse es solo recomendable cuando se ha establecido una confianza profunda, porque nos estamos entregando al otro. Claro está, que esto se debe reservar para lo erótico, ya que es importante ser autosuficientes y activas en nuestra vida. El verdadero empoderamiento viene de saber cuándo hay que ir por la acción y cuándo podemos soltar y rendirnos.

Cada vez que sacrificas tu bienestar y seguridad estás comprometiendo más de lo que es aceptable. Ser capaz de establecer los límites necesarios -en todo tipo de relaciones- es una de las claves para vivir una vida plena y gratificante.

En mi trabajo siempre comenzamos con el regreso al cuerpo. Nuestro organismo es como un “genio”, cuando lo cultivamos nos da acceso a una sabiduría profunda, gran placer y una intuición que no falla. Al enfocarnos en lo corporal somos capaces de atraer, elegir y mantener una relación que es real para quien somos, en vez de para quien creemos que deberíamos ser.

Pleasure is our Birthright. It’s right there, under the surface, waiting for us to re-discover and re-claim. Our body is built for sensual engagement and our power sits in the lower body. Our hips, belly, thighs and pelvic floor hold the answer to reconnection.

When we engage in the activities of a busy life our energy has to go into “getting things done”, which I call the “go mode”. Pleasure and sensual awareness happen when we are in “flow mode”.

“Flow” happens when we move and engage with our lower body as well as when we relax and take time to feel. Engaging with our body and all our senses brings our natural genius for pleasure back online.

In my book I offer a variety of simple practices and instructions that allow even the busiest women to re-claim her birthright.

When we connect to our body, our natural genius of expression awakens and shows us how to unfold the individual feminine wonder we are underneath all the daily obligations and stress.

Each woman has a unique expression of the goddess. No two are ever alike and many expressions don’t follow the common depictions. When we awaken our bodies we awaken our very own glorious unfolding of the goddess.

A simple yet effective first start is to dance to one song a day. Don’t try to look good or perform, instead focus on how good it feels to move!

When I speak about the Wild Woman I refer to the archetype of a woman deeply connected to nature. Our own nature as well as the cycles and tides of life around us. This includes wildness, but only as one facet of the many expressions of that nature. Our sensual wildness comes from feeling deeply and expressing fully. This includes feeling the sensations and emotions of our body and expressing the resulting aliveness in relationship with others. It’s sometimes scary to feel deeply (and sometimes it might not feel safe) and it certainly feels vulnerable to show ourselves to others. A good starting point is to connect with our body in a private place where we can be ourselves and get habituated to showing more. That way we can unfold our expression before exposing ourselves to the world.

If a man is intimidated by who we are we can consider a few different views. The most obvious one being that it’s never a good idea to be in relationship with someone who fundamentally does not enjoy who we are. There will be someone who likes the way you express (and who wants to appreciate you), no need to try and convince someone who does not.

We can also consider that we might not be as skilled yet in our wild sensual expression and without the proper context it can feel a bit much to someone who is not expecting to see that side of us. It’s worth experimenting with just

showing enough to give him a taste and then gauge his reaction. If he shows interest in your expression, proceed. But if he does not, best to move on.

To me that term is fraught with misunderstandings. Looking like a “conscious man”, i.e putting on the role, complete with “conscious man posture», deep breathing and long eye contact is not the same as actually being conscious throughout one’s life.

I would describe an actual conscious man as someone who has a rested, relaxed attention, is capable of staying alert and available within the demands of his life and has an easy sense of humor (and does not take himself so seriously). True conscious men have a healthy sense of self awareness and usually don’t talk about “being conscious”.

When we know who we are and what we can offer to an exceptional man our vibration changes. The key is not only to know what you want from a relationship, but more importantly, what your contributions will be. It’s extremely important to know what our gifts are and how we can bring them into the partnership. Exceptional men are usually quite self-sufficient, capable and confident. To them a confident woman who is happy in her body and likes to participate in his life and play is compelling. Your confidence and comfort in yourself will raise your vibration and is very attractive.

The first step of finding and creating a fulfilling relationship is to be clear on it’s purpose. Some people want a relationship that brings stability, some want fun and adventures, others want to raise a family or start a business together.

Once you are clear on the bigger picture, you can actively find someone who wants the same as you. When the purpose of the relationship is aligned, you can focus on the specifics and create goals and clear communication.

Often the reason why people get together is not discussed and this leads to unrealistic expectations. For instance, if you want children and stability, but the man you are dating wants fun and adventure, both partners will be dissatisfied with the choices the other makes.

Another mistake we make is to date “potential”. Many women hope that the man improves within the relationship (either through nurturing or nagging). Ultimately, if your partner is not already who you want him to be, both of you will suffer. He will always feel like he is not fully accepted and you will feel like you are not getting what you really want.

Surrender in a sexual relationship would be the moment where we let go of our need to control and manage the situation. In the letting go there is a delicious feeling of relaxation, bliss and openness.

Surrender is only advisable when deep trust has been established, as in that moment we are giving up our agency to another. Of course, surrender should be reserved for the erotic occasion, as it is important to be self-sufficient and active in our lives. True empowerment comes from being able to choose when to “kick ass” and when to melt into surrender.

Anytime we sacrifice your well-being and safety we are compromising ourselves beyond what is acceptable. Being able to set proper boundaries – in relationships of all kinds – is one of the keys to living a fulfilling and rewarding life.

In my work we always start with coming back to the body. Our body has a genius, that when cultivated gives us access to deep wisdom, great pleasure and unfailing intuition. By focusing on embodiment we are able to attract, choose and maintain a relationship that is true to who we are, rather than who we think we should be.