Las mujeres podemos ocuparnos más en hacer florecer la energía femenina, fértil, creativa y de luz que tenemos en vez de querer probar al mundo que somos hombres, o que es cierto que tenemos que suprimir nuestra esencia para demostrar que somos capaces. Ser fuerte no es proyectar la ira y estar a la defensiva, más bien, es pasar esa etapa y entender que queda mucho trabajo que hacer por la igualdad de derechos y oportunidades, que se inicia con nuestra actitud y que no vale la pena gastar energía en la rabia sino más bien transformarla en gasolina para ocuparnos y trabajar desde donde estamos, desde donde podemos por ese despertar de consciencia, además y creo que lo más importante, ser ejemplo. Aparte de eso, así como algunas mujeres creen que el paso más alto es comportarse como hombres, también es un error de percepción creer que los hombres no están en contacto con su lado femenino. Los hombres también poseen energía femenina y están cada vez más en contacto con ella.
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