Coaching: Prevención del suicidio: lo que debes saber

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Desde el año 2003, cada 10 de septiembre está marcado en el calendario como el Día internacional de prevención del suicidio. Iniciativa que promueve la Asociación Internacional de Prevención del Suicidio y la Organización Mundial de la Salud, con la intención de crear consciencia sobre este problema que sigue estando entre las principales causas de muerte en todas las edades a nivel mundial, y cuyas causas dependen de diferentes factores.

 

Hoy nos unimos a esta ola, que además de recordar que nunca estamos solos en este proceso, pretende dar a conocer la realidad, brindar las herramientas para hablarlo y romper los prejuicios en torno a la conversación sobre el suicidio.

 

Si estás pasando por esta situación o conoces a alguien que pueda estar en este proceso, haz click aquí para conocer los números de ayuda de emergencia en tu país.

 

Tanto como para quien está teniendo pensamientos de ideación al suicidio, como para quienes los rodean: ¿cómo se puede abordar o iniciar esta conversación?

 

La mejor manera de iniciar esta conversación es ser directo al respecto. Es un tema muy difícil de abordar porque en general nos despierta y mueve nuestros miedos más profundos, pero por la gravedad del asunto es un miedo que todas las partes implicadas tienen que afrontar.

 

Preguntar por pensamientos de tristeza, por esa sensación o “feeling” de que la vida no tiene sentido, no hay ningún propósito, son algunas de las indicaciones previas para poder entrar en lo grueso de esta materia.

 

Hay una pregunta que parece muy tonta, pero que es fundamental: ¿hay algún momento en el que te sientas contento, alegre? ¿Hay alguna cosa, por pequeña que sea, que disfrutas?

 

Y por ahí se puede empezar a edificar una conversación que, posiblemente, tenga valor de intervención, en el mejor de los casos.

 

¿Cómo podemos afrontar como familiares o amigos la afirmación de que un ser querido considera el suicidio como una opción?

La mejor manera de afrontarlo es sugerir atención inmediata. A veces, la gente cree que a base de amor y compresión una situación de estas se puede aliviar, pero lamentablemente no es el caso. En ocasiones, es tan grave y tan profundo el problema que se necesita un trabajo interdisciplinario (psiquiatra, psicólogo/psicoanalista/trabajador social, médico primario, etc.) entre varios profesionales de la salud al mismo tiempo para hacer una intervención.

La gravedad del suicidio es justamente lo que se plantea en la pregunta: es una opción. Es una opción que viene a ponerle fin a un sufrimiento insoportable. La idea de la intervención profesional es justamente inventar y construir nuevas opciones, otras opciones que empiecen a aliviar ese sufrimiento y que pongan fin a esa angustia y así el suicidio no será la única opción posible.

 

¿Cómo se puede ayudar a alguien que se cierra a recibir apoyo?

Si alguien está pensando en el suicidio ya está en un punto bastante cerrado. Y aunque creo firmemente en el poder de la elección del ser humano, también considero que hay casos de casos. Una de esas excepciones es la del suicidio. Si alguien se cierra a recibir ayuda, si alguien dice que lo tiene bajo control hay que hacer una intervención igual. Hay que forzar un poquito las cosas, porque en el punto en el que alguien está considerando la opción de terminar su vida como la única solución posible, ya esa persona ha tratado de ponerle fin al sufrimiento y como no han podido y no quieren sufrir más entonces surge la opción de poner fin a su propia vida, en aras de ponerle fin a la angustia. Hay que hacer todo lo que está al alcance para que esa persona reciba algún tipo de apoyo, así no quiera (en ese momento).

 

¿Qué es lo primero que debemos entender sobre la ideación del suicidio y qué podemos hacer como sociedad para apoyar la prevención?

Entender sobre la ideación suicida implica que se piense en los términos de solución. La persona está tratando de solucionar (de la forma más radical) un sufrimiento o angustia que literalmente no le está dejando vivir. Para apoyar la prevención, hacer algo como lo que están haciendo ustedes con estas preguntas. ¡HABLAR AL RESPECTO! Decir claramente que se puede estar triste y angustiado y no quiere decir que se está depresivo, que puede haber momentos de desesperación, pero hacer énfasis en que es UN MOMENTO, en que pasará. La prevención del suicidio es de las empresas más difíciles, pero es posible ofreciendo alternativas a esos que hoy se encuentran en esa terrible encrucijada.

 

¿Cuáles son esos mitos que se deben erradicar sobre el suicidio?

El primero que se me ocurre es que no todo aquel que está deprimido es un suicida. Y el segundo que me parece súper importante, es que mucha gente cree que si se habla de eso se le dan ideas a aquel que en algún momento ha pensado en el suicido, entonces tratan de desviar el tema ignorando las señales que a veces se dan, no siempre. Ignorar algo no hace que eso deje de existir, de hecho, en psicoanálisis, es lo contrario: porque hablas de eso, es que eso puede dejar de existir. Así el mito que habría que ‘erradicar’, es esa creencia de que mejor no hablar de eso para que a la gente no se le ocurra. El que ha pensado en suicidio ya tuvo la idea, más bien hablar del tema puede incentivarle a hablar de eso y así comenzar a elaborar nuevas opciones que incluyan estar vivo.

 

¿A cuáles señales debemos prestar atención en nosotros o en otros como un llamado de atención?

Si alguien viene sufriendo de una depresión sostenida, si empieza a perder interés por aquellas cosas que antes le hacían sentir vivo, cuando la gente dice que no encuentra sentido a su vida, que no hay ningún propósito. Si alguien empieza a desprenderse de todas sus pertenencias “como si se estuvieran despidiendo”. Pero para ser honesta, la dificultad del suicidio es esta justamente: nunca hay señales claras, a veces, está tan escondido que ni los más cercanos tienen idea de lo que pasa. Así que por eso decía, que la mejor intervención es hablar al respecto cuando se sospeche que hay el mínimo detalle que pudiera estar apuntando a un suicidio.

 

Existen muchas creencias sobre el tema del suicidio, por ejemplo, que las tendencias suicidas son hereditarias. ¿Qué opinas sobre esto?

No soy creyente en absoluto. No niego que puede haber predisposiciones genéticas y biológicas porque tenemos un cuerpo hecho de eso, genes y biología. Pero no creo que el suicidio sea un factor hereditario. Creo que hay factores mucho más complejos y profundos en juego. Si no sería muy fácil, con una pastilla, o con una vacuna ya no tendríamos más suicidios y ciertamente no es el caso. Como psicoanalista es difícil suponer que hay una “predisposición genética”, porque la predisposición supone que ese es el destino y entonces no serviría de nada proponer intervenciones que hagan posible un cambio psíquico. Creo más bien que las tendencias suicidas hablan de esos modos de solución que cada quien se inventa para luchar contra su angustia y sufrimiento, por eso pienso que así sea necesaria la medicación (como en casos de depresión mayor, o en episodios de psicosis o melancolías) el punto fundamental es la posibilidad de construir nuevas alternativas, otras soluciones posibles y que la muerte no sea la única salida.

 

¿Cómo podemos desmitificar el tema del suicidio como tabú?

Tomado este tipo de iniciativas. No tener miedo a hablar sobre eso, invitar a aquellos que hoy lo piensan como opción a que hablen de su sufrimiento. Invitar a aquellos que lo pensaron y hoy se encuentran en otro momento de sus vidas a testimoniar su experiencia, qué les ayudó, cómo salieron, cómo construyeron un hilo a la vida de nuevo. Es un problema real, ¡no es un mito!

Para el 2012, la Organización Mundial para la Salud publicó que, para ese entonces, en los últimos 45 años las tasas de suicidio habían incrementado un 60 %, ubicándose en una de las tres primeras causas de muerte en personas de 15 a 44 años. ¿A qué crees que se deba esto?

Es una pregunta muy difícil de contestar en solo unas líneas, y sumaría el hecho de que hace 20 años no había suicidios en niños, ahora encontramos intentos de suicidio en niños de 8, 9 y 10 años, lo que hace de este problema una realidad aún más complicada. Sin embargo, pienso que los tiempos tan acelerados en los que vivimos y esta pretensión de que todo hay que resolverlo ya, sumado al mandato de que seas productivo a cualquier costo, han hecho que soluciones como el suicidio estén al alcance de la mano. Además del deterioro que se ha ido evidenciado en los últimos 10 años del lazo social: que quede claro que “likes” y “seguidores” y estar “conectado” no significa amistades, apoyo, cariño; y, paradójicamente, mientras más conectado estés en las redes sociales más desconectado estás de tus redes vitales, las tuyas, las propias y esas son las redes que vienen a tu auxilio cuando estás angustiado. Las redes sociales terminan no siendo ni tan redes, ni tan sociales. Muchos jóvenes hoy supeditan su vida a su existencia virtual, dejando de lado su vida real; entonces cuando quieren volver a prestar atención a la vida real es tarde, y no cuentan con las herramientas necesarias como para reconstruir-se. Si partimos de la base de que actualmente hay una intolerancia generalizada a la angustia, la gente cree que “tiene” que estar bien todo el tiempo, medio se angustian y ya se les genera un miedo y una desesperación insoportable. Si lo ves, el suicidio pone fin inmediato al sufrimiento, poniendo fin a la vida de paso. Si por ejemplo, le enseñamos a nuestros niños que hay momentos en los que van a encontrar dificultades, si les enseñamos a soportar un “no” y a atravesar esa angustia, experimetarán en carne propia que la angustia, la tristeza y la frustración PASAN, forman parte de estar vivos. Por otro lado, también transmitir que los disfrutes y satisfacciones simples, sencillas que ofrece la vida diaria, esos pequeños detalles son los que hacen una vida grandiosa. Contrario a lo que la mayoría de gente cree, el éxito no está en ser súper famoso y millonario, sino en saber estar vivo a pesar de las dificultades.

 

Colaboradora: Isolda Alvarez. Psicoanalista. Miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. MS Filosofía. MSW. Si deseas ponerte en contacto con ella, acá te dejamos la información:

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