Desde Osho hasta Carrie Bradshaw, se repite esta frase: “la relación mas importante que tienes es contigo mismo”. Pero se ha hecho tan cliché que pocos reparan en profundizar en lo que significa y el trabajo que conlleva, mas en estos tiempos que estar a solas casi nunca implica tiempo con uno mismo.
Pero la realidad es esa y pesa como la gravedad, pues es otra ley del Universo: hasta saber quien somos, cuanto valemos y lo que tenemos para ofrecer, sentimos que somos como los demás, y tendemos a conformarnos o evadirnos. Hasta que pasamos tiempo con nosotros mismos y entendemos el porqué de muchas cosas, seguimos proyectando en otros lo que no queremos aceptar y lo que creemos que nos falta.
Buscamos en cosas y personas algo que pueda llenarnos adentro cuando solo hace falta prestar atención. Eso también indica que hasta que tengamos una sana percepción del YO nos estamos buscando fragmentadamente en otros y las relaciones, mas que realidades están llenas de expectativas. Esto no es tener pareja, sino estar con una idea de el/ella, y de allí nacen confusiones y problemas. Piensas que el otro ve el mundo como lo tu, que necesita lo mismo y por eso no entiendes como no sabe cuando te pasa o necesitas algo.
Los errores de percepción nos hacen daño, y aunque todos tenemos muchos, el no tomar tiempo para conocernos y reconocernos es lo que extiende este patrón y lo hace mas fuerte. Al evadirnos nos perdemos de una vida mas real, rica y presente
Entonces no hay duda: No podemos atraer nada auténtico hasta que nos acercamos a nosotros mismos. No sentiremos afinidad hasta que la conexión sea mas fuerte que los argumentos (y la historia que te dices en la cabeza de como las cosas tienen que ser) y definitivamente, nunca sabremos el efecto que tenemos en otros si no sabemos quien somos y continuamos mintiéndonos para llenar un papel o rol. ¿Qué es lo que queda cuando todo se reduce a lo que mas importa que es el amor propio? verdad, conexión y entrega. Al tenerte te das sin problema, no solo al lover, sino al todo.
