Hablemos de la inspiración, ya saben… esa cosa escurridiza que creemos que sólo la necesitan los artistas, escritores y esas posiciones “creativas”, pero que en realidad es parte esencial de nuestra vida. Así seas abogado, contador, masajista, mesera, madre a tiempo completo, si no estás inspirado todo sale automático, mecánico, sin alma.
Y como es un concepto etéreo, para aterrizarla hice una pequeña encuesta entre algunos amigos y las respuestas fueron fascinantes:
“La inspiración es una energía”, “es un sentimiento de abundancia”, “un feeling de seguridad donde no me juzgo”, “es estar motivado”, “es cuando todo se te da”, “es dejar fluir”, “es ser feliz”…
Como ven, todos tenemos diferentes formas de describir este lugar mágico donde parece que nos conectásemos con el más allá. La inspiración es ese yo-no-sé-qué que te hace vivir ilusionado, lleno de vida, feliz.
Está claro que todos la necesitamos. Estar “Inspirado” no es más que conectarte con tu esencia, tu espíritu y su capacidad de creatividad infinita, pero ¿cómo es que uno se conecta con ese lugar?
En mis tiempos de productora de TV, la inspiración era como un switch que me pasaba: “ok déjenme inspirarme…”, decía en voz alta mientras me ponía los audífonos con música antes de escribir una campaña. Ahora soy artista. La inspiración se ha vuelto parte de mi cotidianidad. La uso para ir al super y seleccionar mis alimentos, en la mañana para vestirme, cuando cocino, me preparo un café y hasta para dormir.
Mi conclusión es que la inspiración consiste en estar en sintonía contigo, y de tanto usarla me he dado cuenta de que no hay que buscarla en ningún lado. Siempre esta ahí esperando a que le demos espacio, a ser reconocida, validada. Todos tenemos acceso a este poder maravilloso dentro de nosotros, y puede que si no la has usado desde hace tiempo se te haya olvidado cómo reconocerla, pero te aseguro que ahí está, esperándote.
Les voy a compartir algunas técnicas que uso para mantenerme “conectada”
DEJA DE PENSAR CON LA CABEZA.
La cabeza puede ser un lugar muy ruidoso, lleno de razones, metas, objetivos, juicios y opiniones; es muy útil para evaluar cosas y generalmente es a ella a quien reconocemos, aunque en algunos casos, hasta nos atormente.
Pero si escuchas con mucha atención, es incomparable la sabiduría que tiene tu corazón. Como todo buen maestro, Él habla bajito para que prestes atención. Tómate un minuto cierra los ojos y busca ese lugar en el pecho que se alborota cuando estás feliz o triste. Que sabe la respuesta ante la duda y que te acompaña siempre. Unos lo llamamos la intuición. Mosca. Es a ella es a quien debes escuchar.
OLVIDA EL NOMBRE DE LAS COSAS.
Intenta este ejercicio: Cierra los ojos and reset. Por unos minutos solamente, cuando vuelvas a abrir los ojos, no le pongas etiquetas a nada. imagina que eres como un niño chiquito que está frente a un árbol por primera vez sin saber qué cosa es esa. Créate una experiencia de vida renovada. Te darás cuenta de que todo lo que nos rodea es fantástico, que esas etiquetas que le ponemos a las cosas nos hacen vivir en automático. Te darás cuenta de que vivimos en un universo mágico, hazlo cada vez que te acuerdes para mantener esa capacidad de asombro a flor de piel.
MEDITA
Esto ha sido una de las cosas más transformadoras que he hecho en mi vida. Está disponible en cualquier momento a cualquier hora, no cuesta ni un dólar y te expande de formas inimaginables. Cuando estás ahí adentro, una vez que pasas la etapa de los mil pensamientos que te vienen a la cabeza “mientras estás aquí perdiendo el tiempo meditando” hay un lugar más profundo, quizá después de bajar unas escaleras imaginarias dentro de ti, donde te conectas contigo, con tu intuición, con ese poder creador que todos tenemos, y que a todos se nos manifiesta de formas diferentes, es como sintonizar a la misma frecuencia de tu espíritu, entonces todo fluye, las ideas llegan solitas, sin ningún esfuerzo.
Incorpora alguna de estas tres cosas en tu vida, date el chance y no sólo lo leas. Practícalo así sea una vez y prepárate para sorprenderte.
Colaboradora: Claudia Echeverria. Artista contemporánea visual. Puedes seguirla en Instagram: @akaclod.