En estos momentos estamos -astrológicamente- en un momento de transición. Se acabaron los eclipses, pero a penas estamos cayendo en cuenta de muchas cosas. Se acabó marzo, pero aún no se siente la aceleración de abril hasta que llegue la Luna Nueva en Aries.
Los momentos de transición son incómodos porque no estamos acá ni allá, no vemos las cosas igual pero aún no estamos claros como el agua. ¿Les ha pasado que están por mudarse, ya les dieron la llave del nuevo apartamento para ir llevando las cosas y cuando van a buscar un pantalón esta en la otra casa en una caja? Nada parece estar donde lo necesitas y prácticamente estas dividid@. Así estamos.
Como les digo, este momento es delicado porque el que sabe aprovecharlo sabe que puede moldear muchas cosas y romper patrones para no llevarlos al nuevo lugar, pero quien se deja ganar por la incertidumbre le da mas fuerza a los patrones de miedo y de hecho, puede actuar sin consciencia, buscando lo seguro y conocido que al mismo tiempo, si lo piensan, es justo de lo que quieren partir.
Es como proponerte terminar una relación dañina, estar en medio de la transición y decidir llamarle porque se siente como estar en casa, en lo conocido. ¿De qué sirve tanto trabajo interno y tantas ganas de cambio para ahogarnos en la orilla?
En estos momentos tenemos que estar claras en cuáles son nuestros valores y vivirlos, no solo profesarlos, al mismo tiempo que practicamos rituales y ejercicios para mantenernos conectados con nuestra certeza, con un espacio interno que nos acompaña no importa que tan loco este nuestro mundo.
En mi último video “3 ejercicios para conectar con tu certeza” te explico todo esto y te dejo preparada para que a partir de allí, tu continúes dándote centro.