Hace unos años recuerdo el motto de un conocido canal en Venezuela que decía: “100% actitud”. Era muy pegajoso y obviamente al quedarse en mi cabeza sentía que significaba mucho más de lo que literalmente se entendía.
Más grande y fuera de la zona cómoda empece a notar que las personas pueden engancharse con tu cara, cuerpo o belleza por cierto tiempo, pero lo único que engancha es tu personalidad, the more raw the better. Jamás fui una persona que se censurara para hablar o para actuar.
Más grandecita aún, me di cuenta que tu personalidad, ese 100% actitud es capaz de vender una idea al mundo. Puede que compren tus servicios, los mismos que ofrece la competencia un click away, pero por lo que la gente está pagando realmente es por ver determinada área de su vida a través de tus ojos o al menos desde tu posición.
It’s a win! Entonces, ¿de donde viene ese 100% actitud que todos quiere comprar?
En estos días leí en una foto de Gabrielle Bernstein: “I thank god for my perspective of the world”. Oh my, me too. Jamás veo limitaciones. When you say no, I say “why not?”
Tu actitud viene de tu perspectiva y esta viene de aquello a lo que prestas atención. Sueña cliché eso de que “Where attention goes, energy flows” pero no hay nada más cierto. Considero la atención mi petróleo, es más, look around: ¿cómo haces para tener una conversación con tu amiga sin que ella esté con la mirada en el celular? Atención total es el regalo más grande que puedes dar. Por eso, no pierdo tiempo leyendo, viendo o dando de mi atención a lo que no me hala hacia arriba. En ninguna de mis redes sociales sigo a personas que se quejen o que estén contando en que andan sin aportar algo que me motive. Vivir de esta manera no se trata de negación y pensar que nada está mal en el mundo. Claro que sé que las tragedias existen y veo noticias cuando tengo tiempo. Las noticias de lo que me importa no tengo que buscarlas, ya están allí en mi reader, mi bandeja de entrada, etc. También tengo buscadores que me dan más de lo que me gusta y lo mejor que ha hecho mi redirección de atención es escoger rodearme de amistades y personas para trabajar que sé que jamás están pendientes de contarme un chisme o un downer. Estoy rodeada de mujeres maravillosas que cada vez que abren la boca me iluminan. Ir a cenar y no caer en un rollo personal al estilo Sex and the city es refrescante, aún recuerdo la primera vez que me di cuenta que los problemas emocionales míos y de ellas estaban taken care off pero eso es cuento para otro día.
Tampoco me gusta leer mismas historias ni tener las mismas conversaciones. Quien me conoce sabe que no hablo del pasado porque es sólo una referencia y en este minuto estoy creando nuevas . Así voy.
Expuesto mi punto de vista, te invito a que te cuestiones y te des cuenta cómo tu actitud ante la vida viene de pensamientos que se repiten, como estos van tomando fuerza con tu atención y cuánta de ella regalas al día, drenando la en cosas que no te encienden de vuelta. Te invito a que hagas la prueba de armar un glory board mental donde está como prioridad lo que quieres lograr, que sientas como tu cuerpo fluye mejor con este mental yoga y ante las mismas situaciones decides conscientemente responder en vez de reaccionar. Si sabemos que 10% es lo que sucede y 90% cómo te lo tomas, si queremos resultados diferentes debemos venir de un lugar mental y emocional diferente. Tienes tantas posibilidades de ganar como puntos de vista tengas de una misma situación y si haces este ejercicio sin el ánimo de cae en negación estarás vibrando al son de una nueva canción: innovación.
