Karisse Hernández es parte de la Comunidad Astral y nos comparte su historia sobre cómo los eclipses de Tauro – Escorpio han cambiado su vida y sus relaciones. Esperamos que a través de su experiencia encuentres la inspiración y la motivación que necesitas:
Espero que mi Luna en Géminis me permita sumarizar todo lo que este Sol en Escorpio con ascendente Piscis ha vivido con el axis Tauro – Escorpio, sin pasarme de una cuartilla.
Cuando empecé a ser Nodo Sur, no estaba segura de en qué área de mi vida iba a estar recibiendo las señales del Universo, pero tenía el feeling de que sería a través de una relación de pareja y era algo para lo que yo creía estar lista, además, que deseaba manifestar desde hace tiempo. Algo dentro de mí me decía que el 2022 era “mi año” a nivel romántico.
Después de casi un año de dating apps y citas fallidas, justo cuándo estaba a punto de tomarme un break del mundo del dating porque estaba completamente agotada, conocí a mi actual pareja. Ahora es que tengo consciencia de que comenzamos a hablar en vísperas de la luna llena en Tauro del 2021 que, aparte, se dio unos días después de mi cumpleaños.
Este axis nodal no solo me acercó a la persona que actualmente considero mi compañero de vida y a quien no solo amo inmensamente, sino que, incluso sin saberlo, ha sido un gran maestro para mí, me ha reflejado cosas que, de no ser por él, quizás aún no podría ver.
Estos casi 18 meses también hicieron énfasis en otra relación cercana en mi vida que necesitaba límites. Fue duro darme cuenta de cómo, a personas tan cercanas, no les sentaba bien mi nueva etapa de vida solo porque estaban perdiendo protagonismo.
Ha sido un proceso largo y bastante intenso con mi pareja, las cosas fueron un poco lentas al inicio y luego pasaron a moverse increíblemente rápido, al punto de estar viviendo juntos con solo cinco meses de relación; su propuesta de convivencia se dio cerca del eclipse de Sol de abril 2022. Tuvimos altibajos y yo enfrenté muchas dudas, ya que jamás había convivido en pareja, pero hoy puedo decir que es la mejor decisión que he tomado en mucho tiempo, dejarme llevar, lanzarme a lo nuevo y confiar en que independientemente del resultado, el camino sería enriquecedor, seguí mi instinto y, como siempre, me lancé a eso que aunque me daba miedo, me generaba mucha emoción, fiel a mi lema de “yo siempre caigo parada”.
Pues así fue, a través de mi relación he podido aprender mucho de mí. Primero me di cuenta de que las cosas pueden ser incluso mejores de lo que imaginaba y, a pesar de eso, quizás no estaba tan lista como yo creía, pues había estado soltera gran parte de mi vida. La transición a estar en pareja no me fue fácil, al mismo tiempo estaba lidiando con las actitudes de mi grupo de amistades e intentado balancear ambos mundos, hasta que me di cuenta de que en esas ansias de complacer a todos –hello! Nodo Sur natal en Libra- me estaba perdiendo a mí.
Allí empezó el trabajo duro, que tuvo un clímax con la luna llena del 15 el mayo. Fue como un switch y, desde ahí, empecé un proceso de quitarme capas que me llevó a una especie de “dark night of the soul” que definitivamente tuvo un pico entre octubre y noviembre de 2022. Fue un proceso raro, pero muy hermoso (ahora que miro atrás). Afortunadamente “vi la luz” en enero de 2023 y, con ayuda de mi terapia, empecé a desatar unos nudos de mi infancia que me hicieron despertar la curiosidad e incluso ilusión en algo que, por mucho tiempo, temí y hasta creí imposible: ser mamá. Aquí vi como el axis tocó mi ascendente también, cambiando mi mindset por completo y abriendo mi mente a algo que no había soñado antes.
Hoy por hoy, puedo decir que miro atrás y soy una persona completamente distinta a la que era en noviembre de 2021. Ha sido un recorrido heavy, pero como buen Sol en Escorpio y que está bien juntito a Plutón, le entré con todo. Ahora me siento mucho más yo, más auténtica, más ligera y finalmente di el paso para conectar en serio con una de mis grandes pasiones: la astrología, ya que empecé mis estudios formales en enero de 2023, todo esto inspirado por ver cómo mi pareja persigue sus pasiones.
Mi relación sigue evolucionando, volviéndose cada día más fuerte y con muchos planes y proyectos a materializar. Mis amistades aprendieron que la nueva yo pone límites, algunas relaciones tuvieron un antes y un después, y aunque las mantengo, ya no las veo ni me siento igual en ellas, cambiaron para mejor. Me siento increíblemente agradecida por ese espejo que vino a reflejar mi nuevo yo. Si lees esto amor, quiero que sepas que te amo mushi, aunque ya tú lo sabes.
Creo que puedo concluir diciendo que, a veces, uno piensa estar preparado y la vida te megasorprende, pero si confías y te entregas al proceso con la mejor disposición, toda esa confusión y niebla se volverá luz, cual eclipse.
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