Personas nacidas del 17 al 23 de enero -entre Capricornio y Acuario- tienen lo mejor y lo no tan bueno de ambos signos en un solo lugar. Por un lado, tienen el enfoque para crear algo a largo plazo y la visión innovadora que se sale de lo convencional. Por otra parte, pueden ser radicales fuertes, y no me refiero a política, sino en general, personas radicales que difícilmente se distraen de una idea sin escuchar razón.
Por eso, es muy importante que trabajen consciencia, que se relacionen con otros, que trabajen en equipo, que se abran a escuchar críticas (cosa que detestan) y que se den un momento antes de tomar una decisión importante. Sus grandes logros en esta vida no serán a solas, sino al trabajar en equipo, lo que viene siendo una lección para la energía Capricornio que poseen, ya que el poder sólo es real cuando se comparte y ellos tienen que compartir y repartir la mejor parte.
La otra cosa que deben trabajar es hacer tiempo para sus relaciones, para la familia, para el amor, ya que pueden ser unos workaholics orgullosos, y mientras desarrollan esa área, las demás quedan pendientes hasta que una situación les despierta. Usualmente estas personas se casan ya maduras, asimismo, encuentran el trabajo o profesión que aman, cuando ya han dado vueltas cansados de trabajar en algo que les limita o que no les beneficia como saben que podrían hacerlo en otro lugar.
