Siempre me preguntan por qué me dirijo más a la mujer y en verdad, me refiero más a la energía femenina que todos tenemos. La razón viene de mi formación en kabbalah:
La energía femenina es fértil y tiene poder de transformación. Cuando les dije que si le das a una mujer una casa la convierte en hogar, alimentos y los convierte en comida, no fueron frases ni machistas ni feminista. En #kabbalah se explica que es el poder de la energía femenina que está en todos. Viejos textos lo escriben así, como también hablamos de Adan y Eva y en verdad al estudiar se refiere a la energía femenina y masculina dentro de todos.
Ahora, también con más atención, trabajo en otras áreas y experiencias atendiendo mujeres y hombres muy en contacto con su lado femenino, dejo este aporte: «Una mujer gastará 90% de su tiempo, energía y salario en familia, crear comunidad y capacitarse para dar más. El hombre gasta de 30-40% en estos temas; por tanto, si queremos cambiar el mundo hay que invertir en educar, impulsar y escuchar lo que propone la mujer» -Barret Ward (empresario/Entrepreneur-start up podcast). Metafísicamente esto se refiere a la energía femenina que hay en todos y es un despertar que no tiene que ver con genero o con inclinación sexual, tiene que ver con la urgencia que tenemos de conectar y establecer lazos, sensación de pertenencia y participación en la comunidad que se hace sentir cada vez más fuerte.
Pero queda claro: incluso a los hombres que están en contacto con estas ganas y su lado más femenino, le han inspirado grandes mujeres en sus vidas.
Por eso: celebremos nuestra energía femenina, no olvidemos el propósito que tenemos, lo importante que es que no se nos escurra entre las manos o volver a caer en creer que debemos endurecernos. Observemos nuestra relación con los hombres, a veces son nuestras expectativas las que no les dan ni un chance para mostrarse vulnerables y ya es hora de ayudarnos por un cambio.
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