No, no puedes dejarle a otra persona la tarea de atravesar tus procesos. Tampoco se vale en este momento tomar decisiones reactivas “para salir de eso”.
Tu cuerpo te pide calma. Tu mente paz. Tus emociones piden sanación.
No hay drama, no hay yeyo, no es una situación crítica, no es para alarmarse. Es para despertar, porque tú eres el signo de lo que es sustentable.
Tener a Urano contigo puede tenerte inquieta, queriendo acelerar las cosas, con dificultades para dormir y un desapego que te parece raro.
Para entenderte tienes que bajar las revoluciones. Para lo que traen los tres eclipses de la temporada querrás pensar bien qué quieres, cuál es tu intención y motivación para decir que sí o que no a ciertas propuestas y, sobre todo, aprovechar que estás en un ciclo energético que te está enseñando a comunicarte con los demás de una forma distinta.
Recuerda esto el fin de semana que puedes verte cayendo en una discusión agitada sin darte cuenta, y eso sí atrasaría algo que quieres mucho por el rechazo de la otra parte. ¡Atenta!
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